SAN IGNACIO. El hombre al que encontraron asesinado a un costado de la ruta provincial 5, el martes a las 15.30, fue ejecutado de cinco balazos en el pecho. Por la manera en que estaba el cuerpo, todo hace presumir que los asesinos obligaron a la víctima a arrodillarse y después abrieron fuego a quemarropa.El cadáver presentaba lo que en balística se conoce como “halo o anillo de fisch”, es decir, la marca o quemadura circular que queda en la piel en torno al cañón del arma. En otras palabras, le apoyaron el revólver o pistola en el pecho y gatillaron.Al menos hasta anoche, al cierre de esta edición, los investigadores no habían podido identificar al fallecido.Lo más curioso es que en la provincia nadie reclamó el cuerpo. Tampoco hay denuncias por desaparición de personas, al menos de un hombre de las características del que hallaron en jurisdicción de Santo Pipó.Se trata de un individuo de unos 40 años, fornido, de 1,75 metro de estatura y 120 kilos.Si bien continúa como NN (siglas en inglés de “No Name”), se presume que podría tratarse de un ciudadano de nacionalidad brasileña.El Cuerpo Médico Forense trabajó sobre el cadáver y arrojó una novedad que sorprendió a los detectives: de él se extrajeron dos proyectiles de diferentes calibres. Podrían ser de un revólver .38 o una pistola nueve milímetros; o quizás de un 22.No es una información más en el contexto de una investigación compleja. Deja al descubierto la crueldad y alevosía con que actuaron los asesinos y que éstos, probablemente, hayan sido tres o más. Dos abrieron fuego y un tercero habría atado de los tobillos a la víctima.Fuentes de la pesquisa indicaron que el desconocido poseía una soga en el tobillo derecho, con la que probablemente pudieron controlarlo hasta el minuto final.Hallazgo “en caliente”El homicidio saltó a la luz el martes pasado. La Policía halló al occiso a las 15.30, pero se presume que el crimen sucedió al menos una hora antes.Lo cierto es que este hombre no murió mucho antes de ser localizado. “El cuerpo no presentaba rigidez cadavérica y la sangre aún permanecía caliente”, indicó uno de los detectives. Al menos dos testigos aseguraron haber pasado por el lugar a eso de las 14.30 y no vieron nada. Uno lo habría hecho a pie y el otro, en coche.Otra clave en torno al caso pasa por determinar si el NN fue asesinado en el lugar donde lo encontraron o lo hicieron en otro y luego lo arrojaron allí.Fuentes de la causa señalaron otro aspecto decisivo para el caso que se instruye en el Juzgado de Instrucción 3 de Posadas, a cargo del magistrado Fernando Luis Verón: determinar la identidad del muerto.“Si sabemos quién es, podremos determinar a qué se dedicaba, con quiénes se juntaba, de dónde provenía, etcétera”, consignó.Los asesinos no dejaron nada en el escenario del homicidio que pudiera inducir a la identidad de la víctima. No tenía anillos, cadenas, reloj ni siquiera el pantalón.Cuando la Policía arribó al lugar se encontró con un cadáver vestido únicamente con camisa y slip.Al menos hasta anoche no había novedades respecto de los asesinos ni del fallecido.





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