POSADAS. En el Gobierno provincial siguen jugando al Gran Bonete sobre las responsabilidades en la tragedia de Acaraguá, que provocó la caída del puente sobre el arroyo homónimo con un colectivo de la empresa Singer y 30 pasajeros a bordo y que costó tres vidas.En una jugada más, ayer hizo su primera aparición pública tras el lamentable hecho, el presidente de Vialidad Provincial, Julio César Duarte (quien además ocupa la secretaría general del partido gobernante).Lejos de aceptar el pedido de su compañero de espacio político Eduardo “Balero” Torres (quien sugirió a Duarte que renuncie); el titular de la DPV eligió un puñado de medios afines o con pauta publicitaria y brindó una conferencia de prensa que casi se convirtió en una clase sobre “qué es la vía pública”. Conferencia a la que PRIMERA EDICIÓN no fue invitado.Sin referencia a los fallecidos por la caída del puente, el hombre que integra la mesa chica de la renovación, estuvo lejos de admitir alguna responsabilidad propia o de su equipo de trabajo en la situación. Optó por no mencionar siquiera la presencia policial en la zona el día del accidente y luego criticó (sin nombrar a la empresa) al colectivo que cayó del puente.Visiblemente nervioso, con los gestos inmutables que lo caracterizan, Julio Duarte insistió en reiteradas oportunidades acerca de la presencia de carteles con indicaciones que consideró “órdenes” para quienes circulaban por el puente. “No sabemos por qué este vehículo estaba transitando, atento a que los carteles estaban informando -pero también ordenando- que estaba prohibido el tránsito pesado, que dijimos eran camiones de carga y ómnibus”, aseveró Julio Duarte en una parte de sus declaraciones.A pesar de las reiteradas preguntas de la prensa invitada a la conferencia sobre quién o quiénes eran responsables de controlar, se limitó a responder: “No voy a señalar responsabilidades”.El titular de la DPV anunció que el puente provisorio estará habilitado “en quince días para peatones y en 40 días para el transporte de cargas. La obra del puente provisorio está iniciada. Será a un costado (de la traza actual) ya que -hasta que la Justicia se expida- no podremos intervenir el área”, explicó.Seguidamente, se lamentó de la intervención judicial “porque nos genera una complicación adicional. Que nos podía servir para evitar hacer nuevas aproximaciones al puente, nos podría haber salido un poco menos”. Duarte se mostró así, lejos del pedido de justicia que realizan los familiares de las tres víctimas y sus allegados. Y más cerca de los números que le demandan la construcción del nuevo puente.Agregó en un tramo de la casi media hora en la que hizo su exposición: “Ustedes saben quién era el control. Lo que suelo pedir es que tenemos que ser conscientes cuando vamos en un vehículo, que las señales no están para informar o advertir. Si habíamos previsto que fueran cinco mil kilos como carga máxima, con la velocidad se amplía y el esfuerzo de cualquier estructura es mucho, por eso en el puente no lo podíamos permitir”. Duarte ratificó además los informes previos que la DPV emitió desde la tragedia y confirmó que el nuevo puente estará en no menos de quince meses más, por contratación directa.





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