BUENOS AIRES (DyN). El Gobierno ratificó su convencimiento de que hay una “tendencia declinante” en la inflación, debido a una baja del índice de precios del 3,4% en febrero al 2,6% en marzo, aunque desde el sector privado se advirtió que eso ocurrirá como consecuencia de la “recesión”, que es “efectiva para disciplinar precios”.El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, manifestó que la inflación muestra una “tendencia declinante” que, además de lo ocurrido en marzo “obviamente se sigue expresando en el transcurso de estas semanas y esto va a generar una tendencia positiva en los próximos meses”. De esa forma, el ministro abonó la caracterización expresada el martes por su par de Economía, Axel Kicillof, para quien hubo una “considerable desaceleración” de la inflación, a pesar de que el 2,6% de marzo triplicó al 0,92% de Brasil y quintuplicó el 0,5% de Uruguay y más que decuplicó el 0,21% de Bolivia en el mismo mes.Asimismo, Capitanich consideró que “es inviable y no corresponde” cuestionar la inflación oficial, que “presenta características diferentes de cualquier estimación por parte de consultoras privadas”, que no cuentan con “la misma cantidad de encuestadores, de precios ni la misma metodología”.Por su parte, la consultora Management & Fit (M&F) sostuvo que con el aumento de precios del primer trimestre “el aumento en los haberes previsionales anunciado en febrero (11,31%, efectivo desde marzo hasta septiembre) prácticamente se esfumó en términos reales, habiendo transcurrido sólo un cuarto del 2014”.Para M&F, “la desaceleración de la inflación mensual se explica, en gran medida, por la dinámica económica. El endurecimiento de la política monetaria tras la devaluación, la pérdida de poder adquisitivo (que continuó en marzo) y el marcado pesimismo están quitando impulso a la demanda agregada, particularmente al consumo”.“De todas formas, la inflación se mantiene en niveles demasiado elevados para pensar que la tormenta ya pasó. Si el ritmo de aumento de los precios al consumidor convergiera a 2% mensual de aquí en adelante, el denominado IPC-Congreso arrojaría una suba de 36% anual, mientras que el IPCNu mostraría un alza de 31%”, añadió. Según el informe, “se trata de tasas lo suficientemente elevadas como para dejar al país al tope del ranking de inflación mundial, y suscitar pedidos de ajuste del FMI”.“Para los próximos meses, es posible que la inflación continúe desacelerándose. Aunque costosa, la recesión es efectiva para disciplinar los precios”, explicó el reporte.





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