SLAVIANSK, Ucrania (AFP-NA). Los insurgentes armados pro-rusos pasaron ayer de nuevo a la ofensiva en el este de Ucrania y pidieron la ayuda del presidente Vladimir Putin, quien expresó su “inquietud” por la situación.Por su parte, el Gobierno ucraniano, que pidió la ayuda de la ONU, evocó la posibilidad de organizar un referéndum para determinar el estatuto político del país.Enfrentado desde el sábado a una serie de ataques, a todas luces coordinados por activistas pro-rusos, pero también por hombres armados que a menudo lucían uniformes sin insignia, el país de 46 millones de habitantes parecía más que nunca amenazado de partición entre el este rusohablante y el centro y el oeste, orientados hacia Europa.Después de que Kiev anunciara “una operación antiterrorista de gran envergadura” para recobrar el control, centenares de manifestantes pro-rusos asaltaron las sedes de la policía y de la municipalidad de Gorlivka, localidad de 250.000 habitantes en la provincia de Donetsk, fronteriza con Rusia.En Slaviansk, ciudad símbolo de las últimas tensiones donde grupos armados pro-rusos se apoderaron el sábado de los edificios de la policía y de los servicios de seguridad, la situación estaba bajo el control de los insurgentes.Uno de sus jefes, Viacheslav Ponomarev, hizo un llamamiento directo al presidente Putin, quien ha acantonado unos 40 mil soldados en la frontera, según la OTAN, prometiendo defender “a todo precio” las poblaciones rusas de la ex URSS.“Pedimos a Rusia que nos proteja y no permita un genocidio de la población de Donbass (este de Ucrania). Le pedimos al presidente Putin que nos ayude”, exclamó.Frente a la sede de la administración municipal, se podía ver a una decena de hombres armados, llevando el mismo uniforme y con aspecto muy profesional. Otros, en camión militar, reforzaban las defensas en los alrededores de la ciudad, con equipos de guerra.Asimismo, unos mil habitantes estaban reunidos en el centro de la localidad, y prometieron quedarse hasta la celebración de un referéndum de anexión a Rusia.Por primera vez el presidente interino de Ucrania, Oleksandr Turchinov, aceptó la posibilidad de un referéndum para determinar el estatuto político del país, como respuesta a las tensiones con el este.Turchinov, que hasta ahora había rechazado tajantemente la idea, apoyada por Rusia, de someter a referéndum el estatuto del país, dijo que no se oponía a la idea, seguro de que la mayoría de ucranianos se pronunciará a favor de una Ucrania “indivisible”. “Está impulsado por Moscú”Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) acusaron a Rusia de estar detrás del aumento de tensión en el este de Ucrania y la amenazaron con nuevas sanciones si fracasa la diplomacia en Ginebra.“Debe haber consecuencias al aumento de la tensión”, indicó el ministro británico William Hague al llegar a Luxemburgo para una reunión con sus homólogos de la UE.“Lo que sucedió en las últimas 48 horas es claramente un aumento de la tensión en esta crisis, y un peligroso aumento”, añadió Hague afirmando que no cabían dudas de que fue “planeado y llevado a cabo por Rusia”.El próximo jueves en la reunión de Ginebra, por primera vez se sentarán en una misma mesa de diálogo las autoridades rusas y ucranianas junto a EEUU y la UE.Si la UE y Estados Unidos no obtienen garantías suficientes por parte de Rusia de que tratará de disuadir a estos grupos para que dejen las armas, podrían dar el paso definitivo que hasta ahora han estado tratando de evitar e impondrían sanciones económicas con un fuerte impacto tanto para Moscú como para Occidente.





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