POSADAS. Aún conmovido por el crimen de su hermano, Ramón (38), habló con este diario y, entre lágrimas, exigió que los responsables del hecho paguen por lo que hicieron.“Lo mataron como a un perro; pedimos justicia. Mi madre está deshecha, toda la familia está destruida. Éramos dos hermanos y trabajábamos de lunes a viernes para nuestras familias, al contrario de estos, que viven vagando”, explicó Ramón.Sumido en una profunda angustia, Ramón contó que José Gregorio Gaspar trabajaba como conductor para una empresa constructora y que con ese sueldo “paraba la olla” para sus ocho hijos. El mayor tiene apenas 16 años.Si bien no vive en la escena, el hermano de la víctima contó que, en base a los testimonios que pudo recabar en el barrio, los acusados “lo llamaron desde afuera para pelear; ahí sacaron un revólver y lo mataron a tiros”.Sobre los motivos del bestial ataque, Ramón aseguró que “no se llevaron nada”, por lo que enseguida se descartó un robo, a la vez que confirmó que “había una discusión anterior por un tema de la cancha”. Por eso es que los investigadores de la UR-X están casi seguros de que el sangriento desenlace tuvo que ver con un encontronazo en un partido de fútbol barrial disputado horas antes del crimen.Finalmente, el hermano de Gaspar reiteró el pedido de justicia por la muerte de su hermano y pidió que los autores del hecho “sean detenidos y paguen por lo que hicieron”.





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