POSADAS. Salir de prisión por un crimen y, pese a todo, volver a matar. Ese es el camino que parece haber seguido Carlos Alberto Salazar (29), al decir de los investigadores. “El Negro”, como hasta hace poco más de un mes lo llamaban sus compañeros en la cárcel, era intensamente buscado anoche acusado de cometer otro aberrante homicidio en la capital provincial.José Gregorio Gaspar (35), quien recibió múltiples cortes y un disparo en el rostro, resultó ser la víctima fatal, según pudo saber PRIMERA EDICIÓN. Al parecer, en la madrugada de ayer había mantenido una discusión con uno de los hermanos de Salazar, un joven de 22 años que también habría participado de la agresión y que minutos después fue detenido por la Policía. Al parecer, todo habría sido el desenlace de una disputa que se inició horas antes en un partido de fútbol barrial.El paradero de “El Negro” era un misterio hasta anoche, aunque los detectives de la fuerza provincial tenían pistas firmes para suponer que intentaba esconderse en algún lugar del centro de la provincia, cerca de Oberá. Por eso, un grupo de uniformados rastrillaba al cierre de esta edición aquella zona.Salazar había recuperado la libertad en febrero pasado, después de purgar casi siete años de una condena de diez que había aceptado en un juicio abreviado en el que reconoció haber asesinado a cuchillazos a José Raúl Sendra (34), en Posadas, durante la madrugada del sábado 23 de junio de 2007.Feroz enfrentamientoSegún pudo reconstruir la Policía, todo sucedió alrededor de las 2.20 de ayer frente a una vivienda de la manzana 37 del barrio San Isidro, a unos 300 metros de la avenida Juan Manuel Fangio, en el sur posadeño.En el inmueble, Gaspar aparentemente festejaba con otras personas el triunfo de su equipo en un partido de barrio cuando golpeó a la puerta “Bonino” (22). Se inició entonces una discusión entre ambos, al parecer causada por la rivalidad en el rectángulo de juego. Tras un intercambio tenso, el joven finalmente se fue, pero a los pocos minutos regresó junto a “El Negro”, su hermano.Siempre según la versión policial, los Salazar atacaron ferozmente al dueño de casa con un cuchillo de importantes dimensiones. Y en medio del salvaje ataque, uno de los hermanos extrajo un revólver calibre .22 y le disparó a Gaspar, que cayó sin vida en la vereda de su propia casa. Después de eso, los maleantes escaparon.Cuando la Policía llegó, el cadáver estaba aún en la vereda, sobre un charco de sangre. A primera vista, el médico policial diagnosticó como causa de la muerte un disparo en el rostro. El cuerpo tenía también un corte profundo en la frente y otro cerca de la boca.Junto con Gaspar también fue herido uno de sus compañeros, de 39 años, quien milagrosamente logró sobrevivir. El hombre se encontraba internado anoche en la terapia intensiva del Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga. Tenía una lesión cortante en la cabeza con fractura de cráneo. En principio, afortunadamente, no tenía riesgo de muerte.Alertados por el hecho, efectivos de la comisaría seccional Decimoquinta, de la Brigada y de Criminalística de la Unidad Regional X, y de la Dirección de Investigaciones de la Policía de Misiones montaron un operativo para dar con los autores del hecho. Ya cerca del amanecer, los uniformados finalmente dieron con “Bonino”. Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, intentaba esconderse en casa de sus padres, en el barrio El Porvenir. En el lugar hallaron un machete y prendas de vestir con manchas de sangre, entre otros elementos de valor para la causa. Allí también se incautó una motocicleta marca Zanella que habrían utilizado los autores del hecho para huir de la escena. El arma de fuego, en tanto, no pudo ser hallada.Ante esta situación, el magistrado César Yaya, al frente del Juzgado de Instrucción 2 de Posadas, ordenó la inmediata detención del menor de los hermanos Salazar, quien sería indagado en las próximas horas. Las fuentes informaron que ayer el joven era sometido a la prueba de parafina, con el fin de establecer si fue él quien ejecutó el disparo que acabó con la vida de Gaspar. Para los detectives, habría sido “El Negro” quien ultimó al hombre. Así las cosas, el mayor de los Salazar era intensamente buscado por efectivos de Investigaciones. El trabajo de los uniformados se centraba en Oberá y la zona, hasta donde creen que alcanzó a escapar una vez cometido el crimen.Una fuente policial reveló que los hermanos tienen antecedentes policiales, aunque la situación del mayor es más complicada, ya que en febrero pasado había recuperado la libertad tras permanecer siete años en prisión condenado por el crimen de Sendra, otro sangriento homicidio que conmovió a la provincia hace casi siete años. La condena por el crimen de SendraA mediados de junio de 2007, Carlos Salazar firmó un juicio abreviado en el que confesó haber ultimado a cuchillazos a José Raúl Sendra (34) durante la madrugada del 23 de abril de ese año. Aceptó así una condena de diez años, pero llevaba cumplidos siete cuando en febrero último recuperó la libertad gracias a los beneficios del sistema penal.En aquella oportunidad, Salazar caminaba por avenida Alem casi Monseñor D’ Andrea, en el barrio El Mangal de Posadas, cuando se cruzó y discutió con Sendra, alrededor de la 1.15 de ese día.Por causas del momento, Salazar y Sendra iniciaron una acalorada discusión que acabó cuando el ahora prófugo tomó un cuchillo de importantes dimensiones -en ese momento se ganaba la vida como carnicero- y apuñaló en reiteradas oportunidades al empleado de Bienestar Social de la provincia, quien falleció unos 45 minutos después.





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