PARÍS, Francia (AFP-NA). La segunda vuelta de las elecciones municipales francesas, este domingo, determinarán el alcance de la remodelación del actual gobierno dirigido por Jean-Marc Ayrault, después de una primera vuelta calamitosa para el Partido Socialista (PS).El escenario de una remodelación rápida se da por hecho, incluso antes de la segunda vuelta que, según los pronósticos, confirmará el claro retroceso del PS, en los primeros comicios a nivel nacional desde la elección del socialista François Hollande como presidente en mayo de 2012. Tras el varapalo del domingo pasado, y ante el avance de la extrema derecha, que espera imponerse en varias ciudades, como Perpiñán, el ejecutivo debe reaccionar “pronto y con fuerza”, “con un nuevo gobierno, un nuevo primer ministro, y una nueva línea”, dijo esta semana un mando del Partido Socialista, bajo anonimato. Muy incisivo, el alcalde saliente de París, el socialista Bertrand Delanoë, afirmó que “la bofetada” que se llevó la izquierda en la primera vuelta es la consecuencia de la política nacional. Ayrault en la cuerda floja Muchos dirigentes del PS responsabilizan de los malos resultados al primer ministro Ayrault. Uno de los nombres que más suena para reemplazarlo es el del ministro de Interior Manuel Valls, muy bien situado en los sondeos, por delante del titular de Exteriores Laurent Fabius. Valls, de 51 años, tiene una buena imagen entre el electorado por su discurso de firmeza ante la delincuencia y la inmigración clandestina, aunque una parte de la izquierda, y en particular los Verdes, no le perdona sus comentarios sobre los gitanos. El ministro dijo el pasado septiembre que “el modo de vida” de los gitanos de Rumanía y Bulgaria es “extremadamente diferente del nuestro”, por lo que “se encuentran evidentemente en confrontación”, y abogó por que los esfuerzos de integración se hagan en sus países de origen. Por su lado, Fabius, de 68 años y jefe de gobierno entre 1984 y 1986, no deja de repetir que está “muy bien” como ministro de Relaciones Exteriores. Otro nombre que se escucha es el de Delanoë, que se espera sea sucedido en la alcaldía de París por Anne Hidalgo, hasta ahora su número dos. La partida de Jean-Marc Ayrault ni siquiera es del todo segura, ya que además de descollar por su lealtad a Hollande, sigue teniendo partidarios bien situados, que elogian su capacidad de mantener el equilibrio entre las corrientes que conforman la coalición de poder. El jefe del grupo ecologista en el Senado, Jean-Vincent Placé, defendió el jueves que Jean-Marc Ayrault siga de primer ministro, aunque pidió “un cambio de dirección” en la política del gobierno, “más social, más combativa a nivel europeo y con una verdadera política ecológica”. Precisamente, los ecologistas, que tienen dos ministros en el gobierno (Vivienda y Desarrollo) se han visto en posición de fuerza tras la primera vuelta de las municipales, donde sus candidatos se beneficiaron en parte de la desbandada del voto socialista. Con el 11,8% de votos, los ecologistas lograron “su mejor resultado en quince años en unas elecciones municipales”, se felicitó el viernes Cécile Duflot, ministra de Vivienda. Un allegado del presidente, el alcalde de Dijon (centro-este), François Rebsamen, apuntó a lo “estresante” del programa de recorte de gasto público de 50.000 millones de euros anunciado a comienzos de año por François Hollande. A finales de abril, Francia tiene que enviar a la Comisión Europea una versión actualizada de su programa de estabilidad, que incluye el detalle de cómo va a recortar en 50.000 millones de euros el gasto público de aquí al final de la legislatura, en 2017. Según información filtrada por colaboradores del presidente, el nuevo gobierno podría anunciar una bajada de impuestos para los hogares. Claves• Francia culmina hoy unas elecciones municipales que suponen la primera cita electoral de François Hollande.• A falta de conocer la dimensión de la derrota final, el Ejecutivo se prepara para una inminente remodelación del Gobierno que puede terminar con el mandato de Jean-Marc Ayrault como primer ministro, cuya aceptación es casi tan baja como la del propio presidente, el menos popular desde la fundación de la V República francesa en 1958.• El grueso de los analistas políticos coincide en que el baile de ministros tendrá lugar el mismo lunes y para el puesto de jefe del Gobierno suenan los nombres de los ministros de Interior (Manuel Valls), Exteriores (Lauren Fabius) o Defensa (Jean-Yves Le Drian), el hasta ahora alcalde de París (Bertrand Delanoë), la alcaldesa de Lille (Martine Aubry) o el presidente de la Asamblea Nacional (Claude Bartolone), entre otros.• Tampoco está descartado que el presidente mantenga a Ayrault como primer ministro para la segunda parte de la legislatura, en la que deberá defender el llamado “pacto de responsabilidad”, un golpe de timón en la política de Hollande que le acerca a los postulados de Bruselas y le aleja del electorado de izquierdas.





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