POSADAS. Siguen las repercusiones de la sorpresiva detención de los secretarios tesorero, Gabriel Winjak, y de Obras Públicas, Miguel Servin, en El Soberbio, acusados de ser parte de una asociación ilícita en la construcción de redes de agua en esa localidad.Hasta anoche, el ex intendente Alberto “Coleco” Krysvzuk seguía siendo buscado no solamente en Buenos Aires sino también en la Zona Centro, bajo la sospecha de que se encontraría en la provincia.Ahora, se sumó un cuarto individuo que es buscado por la Justicia penal de San Vicente, a cargo del magistrado Demetrio Cantero. Se trata de un empresario vinculado a la obra pública, que aún no pudo ser detenido tras varios allanamientos en Posadas, donde residiría.Según pudo averiguar PRIMERA EDICIÓN, el hombre en cuestión habría sido, con su empresa, el ganador de las dos licitaciones de las redes de agua denunciadas por los concejales opositores Héctor “Neco” Schwarz y Alberto Siwer.De los detenidos, el ex tesorero estaría dispuesto hoy a prestar declaración indagatoria, lo cual genera muchas expectativas para conocer si no hay más implicados en las maniobras investigadas, mientras que Servin habría hecho uso de su derecho a no declarar por el momento.En lo institucional, el intendente Juan Carlos Pereira, confirmó a PRIMERA EDICIÓN que decidió designar a Gamar Haydar (hasta ayer secretario de Gobierno municipal) como nuevo tesorero. Curiosamente Haydar ocupó esa función en la primera gestión del hoy prófugo Krysvzuk pero dejó el puesto cuando se inició la primera comisión investigadora de concejales. Ayer en El Soberbio se mencionaba con sorpresa que incluso Haydar habría estampado su firma en el expediente de una de las licitaciones investigadas, al parecer en la apertura de sobres. Pero la Justicia sanvicentina, ni siquiera lo convocó para declarar, al menos por ahora.Entre los concejales decididos a seguir adelante con las denuncias por la gestión Krysvzuk, ayer avanzaron en la presentación de denuncias por más licitaciones de pozos de agua y redes que no aparecen por ningún lado y que habrían costado casi un millón y medio de pesos al Estado.“Coleco debería estar preso”En sus primeras declaraciones tras la detención de los funcionarios, el intendente “Jair” Pereira dijo a este diario que no sacó antes a los funcionarios hoy detenidos porque “cuando asumí la Comuna con bastantes conflictos, no podía indemnizarlos sin plata en el municipio y sin que la Justicia tome la decisión que tomó ahora. Entonces, dije que podía demostrar a la sociedad que podía hacer bien las cosas con los mismos empleados que tenía el intendente anterior. Y así lo hice, enviando las rendiciones como dice la ley. Hoy, actuó la Justicia y tomó una decisión”, explicó.Seguidamente confirmó la designación de Haydar como tesorero. “Ya hice la resolución y entre mañana o pasado se hará cargo. Haydar ya fue tesorero de la comuna y va a reemplazar el cargo hasta que forme otro gabinete con varios cambios, aprovechando la ocasión, para llevar adelante el municipio”, reveló el alcalde. Pereira resaltó que no fueron solamente los concejales Siwer o Schwarz quienes aportaron para investigar a la gestión de “Coleco” Krysvzuk, “porque nosotros también apoyamos la investigación aun siendo viceintendente. Fue un grupo que trabajó mucho, controlando y haciendo las cosas bien. Los políticos electos por el pueblo nos tenemos que acostumbrar a hacer bien las cosas, vivir con nuestro sueldo sin pensar en tocar la cosa ajena”, expresó.Finalmente, se preguntó al intendente de El Soberbio sobre la orden de detención de Krysvzuk: “El primero que debería estar detenido es él, así no se daba a la fuga y no Winjak ni Servin, que viven acá y no se iban a ir”, aseguró.Ocho obras en la miraEn materia de redes de agua, fueron ocho las licitaciones que fueron investigadas en El Soberbio. De esas, una sola está terminada, dos tienen perforaciones de pozos pero de las restantes cinco nada se sabe.Lo curioso es que la gestión de “Coleco” habría hecho rendiciones al Tribunal de Cuentas, pero los concejales constataron con escribana que no estaba realizada. Hay sospechas sobre las facturas emitidas por la empresa ganadora de las licitaciones. Las obras iban de los 186 mil a 230 mil pesos. En total, se gastó en las obras bajo la lupa un millón y medio de pesos.





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