PUERTO IGUAZÚ. La dúpla de jóvenes chilenos acusada de cometer dos violentos asaltos con toma de rehenes en Puerto Iguazú durante los últimos meses del año pasado está cerca del banquillo: el Ministerio Público Fiscal pidió que ambos sean sometidos a juicio oral y público.Así lo pudo saber PRIMERA EDICIÓN en base a sus fuentes, quienes confirmaron la requisitoria elevada por la fiscalía de Instrucción 3 de la Tercera Circunscripción Judicial, con asiento en Puerto Iguazú y a cargo del letrado Martín Brítez.Uno de los jóvenes es el mismo que semanas atrás denunció torturas por parte de efectivos del Servicio Penitenciario Provincial en la Unidad Penal III de Eldorado, donde permanece detenido. Luego de un allanamiento ordenado por la Justicia en la celda de castigo del complejo carcelario, el SPP emitió un comunicado en el que negó las torturas y, al contrario, aseguró que el preso es conflictivo y se “autolesionó” antes de radicar dicha denuncia.De una u otra manera, lo cierto es que los dos extranjeros están a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados por dos violentos asaltos armados que sacudieron a la opinión pública de Iguazú.El primero de los episodios tuvo lugar alrededor de las 9.15 del jueves 24 de octubre de 2013, cuando los imputados llegaron a una óptica de avenida República Argentina, donde amenazaron con cuchillos y maniataron con cinta adhesiva a una empleada de 24 años.Los delincuentes tomaron de rehén a la muchacha y se alzaron con 500 pesos, más de 400 anteojos y gafas, y 10 relojes, todo de marca. Por eso los investigadores confirmaron que el monto de lo siniestrado alcanzó los 200 mil pesos.El dúo delictivo logró escapar en aquella oportunidad, pero no pudo repetir ese objetivo el jueves 7 de noviembre del año pasado minutos después del mediodía, cuando entró en una boutique emplazada en avenida Brasil y San Martín, en pleno centro de Puerto Iguazú.El dueño de la tienda, al notar a los sospechosos, alcanzó a esconderse en un vestidor y desde allí dio aviso a la Policía. Sin embargo, minutos después los ladrones lo descubrieron y uno de ellos lo tomó de rehén y lo llevó al subsuelo del local. Mientras, su cómplice mantenía amenazadas a dos muchachas que también se encontraban en el lugar.Los uniformados no tardaron en llegar y, tras liberar a las dos jóvenes, bajaron hasta el subsuelo. Allí se toparon con una imagen cruda: uno de los sospechosos mantenía de rehén al propietario y le apoyaba un cuchillo en la garganta.Fue el firme y heróico accionar de un policía lo que permitió que todo terminara sin heridos. “Si veo una gota de sangre, te va a ir mal”, le dijo al delincuente, quien finalmente decidió entregarse.Ese fue el final del delito para la dúpla, que alquilaba un departamento en Iguazú donde la Policía terminó de conectarla con aquel primer robo: en ese lugar hallaron casi todos los elementos que se habían llevado de la óptica.




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