PUERTO IGUAZÚ. La Ciudad de las Cataratas, una de las Maravillas del Mundo, no es sólo un paseo turístico. Esta ciudad tan publicitada en el país y en el mundo, tiene en las aldeas guaraníes ubicadas en las 600 hectáreas, a metros de hoteles cinco estrellas, a familias mbya viviendo sin agua y sin luz. Hace unos días se inició una campaña en las redes sociales para llevar agua y asistir a unas 85 familias de la comunidad Yryapú que pasaron desde el 20 de diciembre sin luz y sin agua después que una tormenta arruinara el transformador. Tanto Salud Pública como Emsa respondieron al pedido de llevar ayuda a estas familias, principalmente a los chicos que estaban pasando por un mal momento ya que consumir agua no potabilizada los estaba afectando. Ese problema se solucionó, aunque aún resta mejorar las conexiones para que puedan tener calidad de vida y contar con los servicio más básicos, en una tierra tan generosa como la misionera y de la cual son parte los pueblos originarios.Pero, lamentablemente, el problema de Jasy Porá, una aldea mbya que está en las 600 Hectáreas, también muy cerca de Yryapú, no se solucionó. La falta de agua y luz sigue. Tanto Periodistas Solidarios como Salud Pública acercaron donaciones que se juntaron de agua para que puedan consumir, pero estas 35 familias, siguen sin tener agua ni respuestas a sus pedidos. La semana pasada cuando este diario dialogó con el cacique de Jasy Porá, Roberto Moreyra, explicó que ellos tienen realizados todas las conexiones tanto para el agua como para la luz, pero que Electricidad de Misiones no fue a hacer su parte de conectarlos. “Nos dijeron acá en Emsa de Iguazú que debemos viajar a Posadas y hacer el trámite, para nosotros es casi imposible, dijeron que le corresponde a Emsa Rural”, explicó.También contó que está muy preocupado por los niños, quienes ante la falta de agua potable “tomamos agua de las vertientes que no están en buen estado. Además, bañamos a los niños en aguas que no son confiables y tienen heridas, realmente nos preocupa esta situación”, dijo. Y la situación sigue siendo preocupante, Claudio Salvador, integrante de Proyecto Mate, indicó que “en Jasy (35 familias) por el calor y la falta de agua segura comenzaron a hacer potabilización casera con lavandina. Hay preocupación por la salud de los niños y de los ancianos. El agua que va llegando de donaciones no alcanza aunque es recibida como un alivio. Salud Pública anunció un operativo sanitario esta semana en Jasy Porá”. Mientras los funcionarios se preocupan por hacer que Iguazú cumpla con el standard turístico para los visitantes, estas familias de Jasy Porá e Yryapú padecen la falta de servicios básicos. Lo que necesitan son soluciones de fondo, definitivas, no paliativos. “Para ellos es muy duro intentar salir a flote con tantas privaciones, además de injusto. Pensamos ir a fondo, en busca de soluciones, porque también todos los esfuerzos compartidos, los logros que con tanto esfuerzo se consiguen (para las aldeas), van debilitándose con estas carencias que son inconcebibles. A quién se le puede hablar de desarrollo cuando no tiene ni agua para beber”, indicó Salvador. Es por eso que se sigue juntando agua para estas aldeas, la solidaridad de los misioneros es inmensa, pero también se busca que algún funcionario lleve respuestas a estas problemáticas básicas que están dejando a los habitantes de estas aldeas en situaciones de salud preocupantes.





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