BUENOS AIRES. Científicos argentinos dieron a conocer una investigación que abre esperanzas para una enfermedad grave, progresiva y hasta ahora incurable, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Esta dolencia -la misma que padece el científico británico Stephen Hawking, y que llevó a la muerte al Negro Fontanarrosa- afecta especialmente a las “motoneuronas”, que gobiernan la acción de los músculos. Comienza en una zona del cuerpo, afectando a los músculos, que pierden fuerza y tonicidad, y luego, inevitablemente se extienden a todo el cuerpo.Estudiar las motoneuronasUna reciente línea de investigación desarrollada por científicos de Estados Unidos y de Bariloche, se enfoca no sólo en lo que pasa cuando estas neuronas se destruyen, sino en lo que pasa antes, cuando la célula está viva pero su delicado mecanismo de conducción se ha malogrado. El equipo de investigadores, dirigido por el argentino Gerardo Morfini, quien trabaja en la Universidad de Illinois en Chicago, identificó una enzima específica, cuyo mal funcionamiento deteriora a la neurona. Esto abre la perspectiva de desarrollar medicamentos que puedan inhibir la acción de esa enzima dañina. Esperanzas“Nuestro trabajo se refiere en especial a la ELA, pero considera un patrón común a muchas otras enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, el Alzheimer o la enfermedad de Huntington: para todas ellas ya se ha demostrado que, antes de la muerte neuronal, se produce una falta de conectividad; la neurona pierde su capacidad esencial, que es conectarse con otras células para ‘hablar’ con ellas, trasmitirles mensajes”, señaló Morfini a Página/12.Las motoneuronas tienen prolongaciones largas. Se conectan con otras neuronas, o directamente con los músculos que controlan, mediante unas prolongaciones que se llaman axones: en el caso de estas neuronas, son realmente larguísimos. “Si el cuerpo celular de una neurona fuera del tamaño de una pelota de fútbol, el axón equivaldría a una manguera de 40 kilómetros. ¿Cómo puede mantenerse una estructura así? Todo el material que la constituye debe transportarse desde el centro celular y si esto no funciona correctamente, los axones degeneran. Nuestros estudios se enfocan en la degeneración axonal”, explicó Morfini, destacando que si los resultados son ciertos, “abren por primera vez la posibilidad de intervenir a nivel terapéutico, en la esclerosis lateral amiotrófica”.





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