WANDA. Una verdadera pesadilla fue la que vivieron en las últimas horas los cinco integrantes de una familia oriental radicada en Misiones, cuando tres delincuentes armados los encañonaron y maniataron para huir con alrededor de 200 mil pesos en efectivo y elementos de valor.Según le contaron fuentes policiales a PRIMERA EDICIÓN, sucedió a última hora del sábado, aunque las víctimas recién pudieron liberarse en la madrugada de ayer, casi tres horas después de ser maniatados por los delincuentes.Al parecer, todo se inició alrededor de las 22.30 en un predio en el que está emplazado el supermercado chino “Súper Mix” y, lindero al comercio, la vivienda en la que habitan los propietarios de dicho emprendimiento, sobre avenida San Martín y 9 de Julio de Wanda.A esa hora la familia acababa de cerrar las puertas del supermercado y se disponía a descansar cuando fueron sorprendidos por tres delincuentes, dos de los cuales portaban armas de fuego y no tardaron en intimidarlos para que le entregaran dinero y efectos de valor.Con un marcado acento paraguayo, el trío les exigió una determinada suma de dinero. El dueño del comercio, de 22 años, su esposa, su cuñada y los padres de las jóvenes le entregaron entonces a los malandras una suma de efectivo que no trascendió.Sin embargo, los delincuentes querían más. Estaban seguros de que los supermercadistas tenían más dinero y se lo pidieron. Para la Policía, semejante insistencia revela que los malvivientes contaban con un dato de “inteligencia” que les permitía saber cuánto capital manejaba la familia oriental.Así las cosas, ya con la familia reducida, los ladrones recorrieron primeramente la vivienda, de la que sustrajeron tres notebooks y tres teléfonos celulares. Claro que esos elementos no era lo que buscaban los delincuentes. Por eso no tardaron en pasar al salón comercial del supermercado y, desde allí, a una de las oficinas de la administración, donde dieron con el tesoro que buscaban, unos 200 mil pesos en efectivo.Con el suculento botín, el trío de malvivientes abandonó la escena y se perdió en la oscuridad de la noche, sin dejar mayores rastros sobre el camino que siguieron.La familia oriental siguió inmersa en la pesadilla y recién pudo liberarse ya entrada la madrugada dominical, alrededor de las 1 de ayer, es decir, casi tres horas después de la llegada de los asaltantes.Una vez radicada la correspondiente denuncia, efectivos de la comisaría de Wanda y de la Brigada de Investigaciones de la zona montaron un operativo que arrojó resultados negativos hasta el momento. Los policías buscaban a tres sujetos de cabellos cortos negros, todos de unos 1.70 metros de altura, quienes usaban bermudas. Uno de ellos vestía una chomba, mientras que los otros dos, remeras.Los investigadores están convencidos de que el oscuro trío efectivamente llevó adelante tareas de inteligencia para cometer el atraco. Apoyan esa teoría en que sabían de la cantidad de dinero y, también, en el horario en el que el supermercado del centro de Wanda cerraba sus puertas.





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