ITUZAINGÓ, Corrientes (Por Gato Sosa). Esta localidad cercana a Posadas ofrece varias opciones para los momentos de ocio en este verano y a lo largo de todo el año.Conocida por sus hermosas playas cada vez más visitadas por los veraneantes “Itu” ofrece a pocos kilómetros del centro un emprendimiento que se está convirtiendo en una excelente actividad para realizar una aventura distinta. Se trata del lugar conocido como Bahía Carayá, cuyo ingreso se ubica en el acceso al camino vecinal.En el lugar, además de existir un loteo, los visitantes pueden disfrutar de un paisaje paradisíaco alojados en cabañas de alto nivel que, junto a todas las comodidades en sus habitaciones, poseen galerías con vista al lago. La bahía muestra el majestuoso río Paraná, que, a raíz del crecimiento de sus aguas por el embalse, no deja divisar en el horizonte la costa del vecino Paraguay. El muelle y la bajada de lancha permiten que los turistas puedan agregar al descanso una jornada de pesca con la captura de grandes ejemplares de especies de escama y cuero que debido al hábitat en que se desarrollan alcanzan tamaños sorprendentes.Al agua con especialistas Los conocedores de las jornadas en el lago describen a la zona como peligrosa para la navegación en embarcaciones pequeñas, debido a que el microclima que se formó en la zona superior de la represa luego del llenado del embalse hace que ciertos vientos, sin obstáculos en su camino debido a la extensión de las aguas, produzcan grandes olas que solamente pueden ser sorteadas por lanchas de determinado calado.Uno de los especialistas en este tipo de paseos y salidas de pesca es el empresario Osvaldo Mazur, a cargo de Mbiguá Excursiones, quien se encarga de menguar el concepto de peligrosidad de la navegación por el lago. Mazur comenta que lo más conveniente es ingresar al lago con una embarcación tipo Truker con potente motor para enfrentar cualquier cambio durante un día de pesca o paseo, aunque también se puede navegar en lanchas de menor porte en días tranquilos. Sin embargo, para los que gustan de la aventura, una jornada en el lago hace vivir un día donde los vientos y brisas se presentan de variadas direcciones a medida que transcurre la salida. Los paseantes podrán disfrutar de paisajes únicos donde el cielo y el agua se confunden a la distancia solamente interrumpida por árboles secos que quedaron a flor de la superficie de las islas y parajes que debieron ser inundados para la concreción de la hidroeléctrica. El espejo del agua quieta muestra la imagen del cielo límpido o en su defecto coronado por nubes que nos hacen imaginar las más variadas formas.Para los pescadores es una oportunidad imperdible de probar sus habilidades, ya que si bien hay un excelente “pique”, las capturas son el mayor desafío en esta parte del río Paraná. Teniendo en cuenta que las bogas, dorados o surubíes se desplazan en cercanía de las islas sumergidas, es muy posible que si el pulso y la atención no están centrados, las grandes bogas u otras especies busquen el resguardo de los palos al sentirse “enganchadas”, haciendo que se pierdan varios anzuelos durante el día. Pero como bien aclara Osvaldo Mazur, es cuestión de habilidad, conocimiento del pique y manejo del equipo para “levantar” a la lancha ejemplares de esquivas bogas de entre tres y hasta los ocho kilos de peso, “lo que casi ya no se ve en otras partes de Paraná” aclara el pescador. Vale aclarar que, en el caso de Mbiguá, los trukers poseen capacidad para hasta cinco personas con sus equipos ya que la embarcación es de ocho metros y cuenta con todas las comodidades para salir a pescar, almorzar a bordo y regresar cuando el sol comienza a esconderse. No solo las playas atraen a los turistas que visitan Ituzaingó, ahora también la buena pesca y los paseos náuticos se trasladan aguas arriba de la represa Yacyretá en un lugar poco difundido y muchos atractivos esperan ser descubiertos por quienes se animen a la aventura alternativa.




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