POSADAS. La falta de diálogo es uno de los principales problemas de la vida cotidiana actual y atenta directamente contra las relaciones sociales. Por eso, muchas veces pleitos entre familiares, amigos o vecinos que podrían haberse resuelto de manera simple terminan en una tragedia.Así lo demuestra la estadística exclusiva que año tras año elabora PRIMERA EDICIÓN, en la que se observa una tendencia que se mantiene a lo largo de los años: en 2013, la mitad de los homicidios dolosos registrados en Misiones fueron el desenlace de conflictos interpersonales, un número prácticamente igual al que se había llegado en 2012.Durante 2013 se registraron en Misiones nada más y nada menos que 77 crímenes, una cifra apenas menor a los 82 hechos dolosos ocurridos en 2012. Y de ese total surge otra vez, como aquel año, un número preocupante: un 48% de los episodios tuvo que ver con ese tipo de contextos.¿A qué se le denomina conflictos interpersonales? La categoría fue creada por este diario y abarca hechos de sangre motivados, por ejemplo, por peleas entre vecinos, disputas familiares o “ajustes de cuenta” menores -por decirlo de alguna manera- por deudas u otras cuestiones que surgen de las relaciones entre las personas.Bajo ese concepto no se cuentan, por ejemplo, los homicidios encasillados en la categoría “ronda de tragos”. Aunque también podrían figurar dentro de aquel primer grupo, se los ha separado en razón de que suceden básicamente por razones del momento y claramente a raíz de una prolongada ingesta alcohólica.En relación a los conflictos interpersonales, vale la pena resaltar tres ejemplos claros que lamentablemente dejó el 2013. Uno de ellos se conoció el 30 de abril a las 16.30 en el barrio Don Claudio de Garupá, donde fue hallado sin vida y semienterrado el olero Juan Carlos Álvarez (60), al que habría matado un presunto inquilino -aún prófugo- por una deuda de 50 pesos. De no creer.También entra en esa categoría el crimen de Benjamín Muchevicz (46), asesinado a tiros por un familiar el domingo 10 de noviembre cerca de las 18 en Oberá por una herencia familiar irresuelta. O el del cuidador Gabriel Cabrera (51), ultimado de un puntazo en el pecho por un conocido con el que compartía una ronda de mates, el miércoles 17 de abril por la noche en Alvear.La falta de diálogo, la incapacidad de resolver determinadas cuestiones de otra manera y una ira desmesurada acumulada quizás por meses o años se transforman en un pesado “caldo de cultivo” que termina de explotar en un crimen.Por eso, el camino a seguir para las autoridades y para la sociedad en su conjunto quizás sea el de apuntar a resolver las fuentes de los conflictos. A los homicidios provocados por dichas cuestiones interpersonales le siguen en la lista los homicidios registrados en las mencionadas “rondas de tragos”. Durante 2013 fueron 15 hechos, dos más que en 2012, y algo así como el 19 por ciento del número total.Estos episodios se registraron mayormente durante los fines de semana y tienen que ver con prolongados consumos de alcohol. La estadística indica que, además, en 21 de los homicidios perpetrados durante el año pasado los autores de los hechos se encontraban alcoholizados. Es decir que, además de las “rondas de tragos”, hubo otros seis episodios en los que el alcohol llevó a un final trágico.Femicidios, robos y misterio“El asesinato de mujeres por razones de género”. Esa es una de las denominaciones más utilizadas para describir la figura del femicidio. Y pese a que en 2013 las denuncias por violencia de género prácticamente se triplicaron, el número de víctimas fatales se mantuvo en relación con 2012: fueron 11 casos contra los 10 registrados aquel año.El caso más emblemático fue el perpetrado por Juan Benítez (31) en las oficinas céntricas de Crucero del Norte en Posadas. En la mañana del jueves 17 de octubre, irrumpió en el lugar con un revólver calibre .22 y ultimó a tiros a Yamila Marcszewski (29, su ex, murió días después) y a Romina Szidloski (25, prima de Yamila). Después, Benítez se quitó la vida de un tiro.Otra cifra que también duele es la de las víctimas fatales de robos. Fueron 14 en 2012 y 9 en 2013, lo que arroja una conclusión preocupante: en los últimos dos años murieron 23 personas en Misiones en manos de violentos delincuentes. El crimen de Catalino Tofoletti (72), ultimado en junio en medio de un ataque de “viudas negras”, o el de Juan Kotlewski (80), asesinado a piedrazos en agosto cuando volvía caminado a su chacra en Campo Grande, reflejan el recrudecimiento de la inseguridad en la provincia.Finalmente, al igual que en 2012, el año pasado dejó seis crímenes sin respuesta, de los que no se sabe quiénes fueron los autores ni cuáles fueron los motivos. Los homicidios del empresario Jorge Manfredi (51), del comerciante Guillermo Leuberger (53) o del carpintero Juan Carlos Marín (54) forman parte de ese grupo en el que el misterio aún persiste.





Discussion about this post