BUENOS AIRES (NA). Priscila Ochoa, la adolescente de 16 años que se encontraba en grave estado tras la caída de un rayo en Villa Gesell, falleció en la mañana de ayer, por lo que ya son cuatro las víctimas fatales por la tragedia mientras que aún quedan cuatro personas internadas. Así lo informó el intendente de Villa Gesell, Jorge Rodríguez Ernetta, quien señaló que “Priscila tuvo un paro cardiorespiratorio y lamentablemente murió esta mañana”, dijo, por ayer.En declaraciones a la prensa formuladas en la puerta del Hospital municipal Arturo Illia, el jefe comunal señaló que quedan internadas tres personas en ese centro de salud, ya que la hermana de Priscila, de 11 años fue derivada al Hospital Materno Infantil de Mar del Plata tras presentar complicaciones respiratorias.Rodríguez Ernetta confirmó que, Priscila y Agustín Irustia, de 17 años, también fallecido, eran primos y ambos oriundos de San Luis.“Veníamos sosteniendo su vida, los médicos hicieron un esfuerzo muy importante. Sabíamos que el pronóstico no era bueno; se hizo todo lo posible”, lamentó Rodríguez Erneta sobre la adolescente, oriunda de San Luis. Priscila veraneaba junto con sus padres y una hermanita de 9 años, Salma, que fue derivada del centro de salud gesellino al Hospital Materno Infantil de Mar del Plata. Miguel José, jefe de Terapia Intensiva de ese hospital, explicó que Salma “se encuentra monitoreada debido a que sufrió un desvanecimiento durante la caída del rayo” y que está “estable y lúcida”. La niña fue derivada desde Villa gesell con un cuadro de “síndrome de aplastamiento por onda expansiva con compromiso respiratorio leve” aunque en ningún momento requirió respiración asistida. La cartera sanitaria provincial detalló además que fue dado de alta ayer del hospital de Villa Gesell Hernán Vila, de 34 años, mientras que Laura Blanco de 44 sigue internada “pero por prevención, ya que evolucionó favorablemente”. Idéntico estado de salud es el de Carlos Prestera, de 51 años, quien permanece internado en Villa Gesell, pero las autoridades indicaron que en pocos días más será dado de alta de confirmarse su evolución. El jueves murieron como consecuencia del fenómeno meteorológico ocurrido aproxidamanete a las 17 en el sector de carpas del balneario Afrika, de calle 123 y Costanera, Gabriel Rodríguez, de 20 años y oriundo de la localidad bonaerense de Henderson; Nicolás Ellena, de 19 de la ciudad bonaerense de 9 de Julio; y Agustín Irustia, de 17 años, de San Luis, y amigo de Priscila, con quien compartían la pasión por el voley. Agustín era hijo del presidente de la Federación Sanluiseña de Voley, Fabio Irastía, y fue distinguido en 2013 como deportista del año al considerarlo una verdadera “promesa” para ingresar a las ligas nacionales. Priscila era hija del vicepresidente del club Atlético Lafinur, Fabián Ochoa, y jugaba al voley como central en su equipo y también integró la selección puntana en los juegos binacionales. Las dos familias se conocían hace mucho tiempo y era habitual que compartieran vacaciones y proyectos deportivos. Por la muerte de los adolescentes puntanos el gobierno de la provincia decretó tres días de duelo y el izamiento a media asta de las banderas argentinas y sanluiseñas. “El mundo del voley está consternado, conmovido, está de luto”, dijo a Télam Antonela Brandi, una jugadora del Club Universitario de la ciudad de La Plata, donde jugó Nicolás Ellena, otra de las víctimas y también deportista. Nicolás tenía 19 años, nació en 9 de Julio pero estaba radicado en La Plata desde 2012, cuando llegó con sus ilusiones de estudiar Ingeniería. El joven había viajado a Gesell con la familia de su novia, Victoria Prestera, también vinculada al voley, que por el impacto del rayo fue arrojada algunos metros pero sufrió heridas leves. También en Henderson, las autoridades locales decretaron duelo por la muerte de Gabriel Rodriguez, un joven de 20 años, quien viajó con un grupo de cuatro amigos, que están fuera de peligro. Uno de ellos, Rafael Viñuela, contó a Télam que el rayo los sorprendió cuando se habían “refugiado dentro de una carpa para guarecernos de la tormenta”, tras lo cual “sentimos una explosión y luego vi a mi amigo tirado”. “No tenía idea de lo que pasaba, Gabriel estaba desmayado y con el brazo quemado, salí corriendo a buscar un médico y cuando llegaron nos dijeron que había muerto en el acto”, agregó. Diego Girgenti, concesionario del balneario Dalí, ubicado al lado del balneario Áfrika, contó que “en el momento de la tragedia estábamos en el restaurante, escuchamos un gran estruendo y mi sobrina empezó a gritar al ver gente desparramada por todos los lados”. El empresario indicó que luego “fueron trasladados los heridos en camioneta a los centros sanitarios” y “al poco tiempo llegaron las ambulancias, pero en realidad vivimos un caos”. El rayo cayó a las 17 sobre un sector de carpas del balneario Afrika y por la tragedia el intendente local decretó tres días de duelo. “No puedo entender por qué Dios hizo esto, me hubiese llevado a mí”BUENOS AIRES (NA). Fabio Irustia, padre de Agustín, una de las víctimas, aseguró ayer que ya no tiene “más vida” desde que su hijo falleció en sus brazos.“No puedo entender por qué Dios nos hizo esto, me hubiese llevado a mí”, dijo el hombre desconsolado y sin poder contener el llanto ante la prensa, el día posterior a la tragedia.El hombre dijo no entender el por qué de lo que sucedió con su hijo, quien era una promesa del voleibol de la provincia de San Luis, de donde son oriundos.“Para mí sigue vivo. Estoy soñando con que van a venir a despertarme para decirme que todo esto es una pesadilla”, agregó aún impactado por la realidad que le toca vivir.Irustia comentó, sin contener el llanto, que Agustín murió en sus brazos y relató que al momento de la caída del rayo “esta
ba toda la familia reunida, no había truenos, no había relámpagos y estaba nublado y llovía y por eso nos protegimos en las carpas”.“Al rato escuchamos una explosión y terminé con el cuerpo de mi hijo tirado, el más chico también, mi sobrina de la vida también falleció (Priscila Ochoa, de 16), es increíble lo que nos ha pasado”, expresó.Luego, visiblemente compungido, Irustia exclamó: “Ojalá Dios me hubiera llevado a mí. Cambiaría la vida de mi hijo por la mía. No hay forma de seguir adelante con esto. La muerte no se puede emparchar. Nadie te puede sacar este dolor de adentro”.Cuando recordó el momento de la caída del rayo en la playa, expresó que él sintió como “una electricidad en todo el cuerpo” y el impacto de la descarga lo arrojó a dos metros de donde estaba.“Como pude me levanté, casi de rodillas, para socorrer a mi hijo más chico, y una vez que lo vimos que respiraba fuimos a socorrer a mi hijo más grande. Le hicimos masajes cardíacos, pero murió ahí, no había manera de recuperarlo”, afirmó.El padre de Agustín lo recordó como un chico “que no fumaba, no tomaba y vivía para el deporte”, y luego se preguntó “Todo el mundo habla de que hay un Dios, díganme dónde está. No existe, porque sino tendría que haberme llevado a mí y no a un chico de 17 años”.Irurtia es entrenador de voleibol en el club Lafinur de San Luis y también de la selección de la provincia, y en esa institución jugaba Agustín, una promesa del deporte puntano.En cuanto a su otro hijo, quien fue derivado a Mar del Plata, el hombre indicó que “le quedaron problemas en la visión”, aunque se recupera de lo sucedido.“Ya no aguanto más con todo este dolor. Tengo el apoyo de todo el mundo pero no aguanto más. No hay forma de recuperarse de esto. Se fueron mis ojos. El era todo para mí. Tenía un proyecto de vida y era una excelente persona, un sol de niño”, sentenció. Una emotiva carta de despedidaLa novia de Gabriel Rodríguez, otra de las víctimas fatales, le escribió una carta de despedida a través de una red social y lo recordó como una “buena persona, buen amigo, hijo y novio”.Romanella Pereyra Noblia, de 15 años y con quien Gabriel Rodríguez salía desde hacía dos meses, escribió: “ese último beso que nos dimos cuando te ibas, que pensamos que era el último por 8 días y no, era el último para siempre”.En la misiva la joven contó los planes que tenían de formar una familia, tener hijos e incluso de las ganas con las que su novio había planificado el viaje de vacaciones junto a sus amigos.“Mi amor, mi gran amor.. Hacia poco que empezábamos la relación, pero ya le habíamos puesto todas las fichas.. Que vos rayabas zanahorias y batías crema porque a mi no me gusta hacer eso, a mi me tocaba planchar y lavar los platos.. 3 hijos porque pensabas que 5, como yo quería, iban a ser difícil de mantener”, puso la chica en su cuenta de Facebook.“Que dame plata, que prestame el auto..”, que no ibas a poder mantenerle la moto a todos.. Tantas cosas lindas hablamos, que hoy, de un día para el otro, quedan en la nada…”, agregó.“Tan buena persona, tan buen amigo, hijo y novio fuiste que cuesta creer todo esto… Estabas en el lugar que querías estar, de vacaciones con tus amigos. Hacía tiempo que venías ahorrando para poder hacer este viaje que ninguno pensamos que iba a terminar así”, continuó.Por último le agradeció “infinitamente” por “todos los momentos que pasamos, sin ninguna discusión” y comentó que le "hacía muy bien estar” con él.





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