CAMPO RAMÓN. “No quiero ver libre a este asesino, el pueblo me apoya, están indignados con lo que pasó. Estamos organizando una marcha para pedir Justicia, será este próximo lunes 13 a las 18. Él mató a dos personas, también hay otra familia que sufre. No es fácil este momento, de a ratos creo que es mentira, estoy esperando que mi hija vuelva y me cuesta entender lo que pasó”.La frase pertenece a Miriam Alvez de Olivera, la madre de Cinthia Marisol Gómez (22), quien junto a su amiga Yessenia Filippin (21), murieron atropelladas el pasado domingo a la medianoche por un automóvil. El conductor estaba en aparente estado de ebriedad y se cree que embistió a las víctimas en forma premeditada. El sujeto que iba al volante permanece detenido en averiguación de un posible doble homicidio calificado por la condición de las víctimas (femicidio). El trágico episodio ocurrió sobre la ruta provincial 103, en Campo Ramón. En aquel momento la policía informó que una motocicleta Mondial 110 ocupada por Gómez y Filippin, circulaba por la citada arteria provincial a 2.500 metros del acceso a la citada localidad, cuando por causas que se investigan, chocó frontalmente con un Fiat Duna conducido por Hugo Bareiro (44). Producto del violento impacto, y a raíz de las gravísimas lesiones que sufrieron ambas jóvenes perdieron la vida prácticamente en el acto. Por su parte, el inescrupuloso automovilista resultó ileso y posteriormente -por orden del Juzgado Penal de turno- y teniendo en cuenta que estaba presuntamente alcoholizado, fue detenido en averiguación del siniestro fatal. Tal como ya se publicó y mientras las pericias por el presunto accidente avanzaban, Miriam Alvez de Olivera, ex pareja del individuo que terminó tras las rejas por el hecho, se enteró de un dato terrorífico. Es que su hija momentos antes de morir le pidió ayuda -via mensaje de texto- a su hermana menor, porque el presunto criminal al volante, quien llegó a ser su padrastro, la estuvo persiguiendo y merodeaba la zona donde ella estaba jugando al vóley con un grupo de amigas. Esta evidencia, sumada a una serie de anteriores amenazas verbales que realizó el sujeto en forma reiterada, movilizó a la madre de Cinthia a radicar una denuncia ante las autoridades, lo que en definitiva disparó la investigación. El supuesto motivo de las amenazas del sospechoso hacia las dos hermanas era porque culpaba a las hijas de Miriam de la ruptura de la relación sentimental. Miriam Alvez de Olivera, madre de Cinthia Gómez, confió a este Diario que “mi hija menor (de 17 años) se salvó porque ese día no la dejé ir con la hermana”, y agregó que “él creyó que atropellaba a mis dos hijas, pero en realidad era la mayor junto a su mejor amiga”. Momentos antes de la tragedia que, se cree que fue cuidadosamente planificada por el sospechoso, Cinthia le envió un mensaje de texto a su hermana menor. Iba a ser su última y desesperada comunicación que decía textualmente: “Hugo está en el negocio frente a la casa de Taison y no puedo salir porque seguro me sigue. No sé qué hacer. No le digas nada a mami”. Esta evidencia es fundamental en la investigación y por ello la Justicia incautó el teléfono celular de la adolescente.





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