BUENOS AIRES (Agencias y diarios digitales). El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, admitió ayer que no habrá cambios en la valuación de inmuebles para el cálculo de bienes personales, tras las contradicciones registradas entre los propios funcionarios del Gobierno, al asegurar que “los comentarios” al respecto del ministro de Economía, Axel Kicillof, “son definitivos”.“No tengo más comentarios que hacer, los comentarios que ha realizado el ministro Kicillof, por instrucción de la Presidenta de la Nación, son definitivos”, respondió Capitanich en la tradicional conferencia de prensa que brinda cada mañana en la Casa de Gobierno.El ministro coordinador insistió en que “lo que ha manifestado el ministro Axel Kicillof es la palabra de la Presidenta de la Nación y por lo tanto es lo que efectivamente se hará”.Capitanich se quejó por las “eventuales interpretaciones capciosas” que la prensa hizo sobre los cortocircuitos que existen en el Gobierno nacional y quedaron al descubiertos con las idas y vueltas generadas alrededor del proyecto de modificación del impuesto a los bienes personales.En este sentido, el ministro coordinador dijo que a partir de estos comentarios periodísticos se tendría que hacer “un nivel de análisis sintáctico, morfológico y semántico de cada oración que yo digo respecto a lo que efectivamente se interpreta de mis dichos”.Lo cierto es que el proyecto de modificación del impuestos a los bienes personales fue descartado ayer por el propio Kicillof, pese a que previamente lo había anunciado el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, y ratificado horas después por el propio Capitanich.“Hoy hablé del tema con la presidenta y lo descartó y yo también pienso que no hay que hacerlo”, declaró ayer el titular del Palacio de Hacienda tras reunirse con Cristina Fernández.Asimismo, Kicillof dijo que “se habla de cosas en estudio” y comentó que se pondría en contacto con el jefe de los recaudadores para hablar sobre el tema. La propuesta fue impulsada por Echegaray el pasado 3 de enero, pero el lunes pasado Capitanich sostuvo que “no está en estudio” ninguna medida sobre el gravamen a los bienes personales.Sin embargo, horas después, el jefe de la AFIP ratificó la propuesta y ayer el jefe de Gabinete negó que haya incurrido en una “contradicción” con Echegaray sobre la eventual aplicación de los cambios en el impuesto y anunció que iba a incluirlo en las sesiones extraordinarias.Ayer por la mañana, Capitanich desestimó la propuesta y sumó así un capítulo más a las diferencias en el Gobierno.Kicillof dejó en claro que “lo que se está estudiando es el paquete antievasión 3 y eso no implica una reforma impositiva de esta envergadura”.El ministro justificó su oposición a la propuesta de Echegaray al señalar que si bien la recaudación del impuesto a bienes personales “no refleja la situación del país”, aplicar una medida en ese sentido “puede generar muchísima distorsión”.Otro inédito ida y vueltaEl sábado pasado trascendió que en la Casa Rosada analizaban una modificación en el impuesto de Bienes Personales con la idea de utilizar los valores de mercado, y no la valuación fiscal para calcular el gravamen. El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, confirmó horas después en un contacto con la prensa la voluntad del Gobierno de avanzar en ese sentido.Casi de inmediato, Capitanich, fue más lejos y dijo que la medida sería enviada al Congreso para que se trate en febrero. “El proyecto no fue elevado, va a ser elevado, para tratarse en sesiones extraordinarias”, indicó, según consta en la página de la Secretaría de Comunicación. Y añadió: “Han surgido supuestas contradicciones entre la Jefatura de Gabinete de Ministros y el titular de la Administración de Ingresos Públicos. No está determinado el tema de bienes personales respecto a su definición. Tengo mucha prudencia para que nadie malinterprete lo que expreso”.Y ambos quedaron en “posición adelantada” el martes cuando el ministro Kicillof puso un freno. “Hablé con la Presidente y no hay ninguna medida de bienes personales en curso”, aseguró el funcionario en Radio Del Plata.“Es un impuesto que cuando uno mira la cantidad de contribuyentes no parece reflejar la realidad patrimonial del país. Una cosa es pensar en cómo ampliar la base de contribuyentes y otra cosa es la discusión sobre esta medida”, añadió Kicillof. Echegaray, una tras otraLa nueva desmentida a Echegaray dentro del Gobierno es el tercer desaire consecutivo que afronta el funcionario encargado de la recaudación, que gozaba de un importante espacio de poder cuando no había un ministro de Economía fuerte.El primero fue cuando le aconsejó a la presidenta Cristina Kirchner que no prorrogara el blanqueo de capitales, planteado inicialmente para el período julio-septiembre, por el fracaso que había registrado. Seguro de su postura, la expresó ante el periodismo y luego quedó desacomodado cuando el exsecretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, lo extendió por seis meses.La segunda fue cuando consideró ilógico subir el recargo al turismo en el exterior del 20 al 35%, al considerar que la gente seguiría viajando. Dos semanas después se cumplía la suba.Ahora se cruzó por la cuestión de Bienes Personales y habrá que ver si resiste la embestida o cede al deseo de Kicillof y de Capitanich para quedarse con el organismo más poderoso del Estado nacional. DenunciadoEl diputado radical Manuel Garrido denunció ayer penalmente al jefe de la Administrador federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, por la presunta comisión de los delitos de asociación ilícita, negociaciones incompatibles con la función pública y violación del secreto fiscal “para coaccionar a opositores al Gobierno”.El parlamentario lo acusó por su “violación sistemática del deber de preservar el secreto fiscal y utilizar esa información para desarrollar ataques políticos, descalificar a la oposición, coaccionar a fin de acallar críticas y defenderse impropiamente frente a la publicidad de sus conductas reñidas con la ética pública”.La denuncia de Garrido se basa en la conferencia de prensa del pasado 3 de enero en la que dio detalles de la situación impositiva de dirig
entes políticos opositores y las represalias tomadas por la AFIP contra el cineasta Eliseo Subiela, consumadas tiempo atrás, según precisó el legislador.“El sistema impositivo de un país habla del valor que un gobierno le da a la equidad y a la transparencia. Está claro que eso al gobierno no le importa”, afirmó Garrido.Señaló que “desde el vicepresidente, Amado Boudou, hasta el Jefe del Ejército, César Milani, tienen denuncias por enriquecimiento ilícito e inconsistencias en sus declaraciones juradas, pero la única preocupación que parece tener el titular de la AFIP es utilizar información para amedrentar a quienes puedan criticar al gobierno”.“Es más una asociación de chantaje público que una agencia de recaudación de impuestos”, completó el diputado, exfiscal nacional de Investigaciones Administrativas.Garrido señaló que el pasado 3 de enero, “con el objeto de desviar la atención sobre las condiciones del viaje” a Río de Janeiro, Echegaray “reveló datos fiscales de dirigentes de la oposición”, a lo que calificó de “amenazas veladas”.En cuanto al caso de Eliseo Subiela, Garrido recordó que el director de cine, el 16 de agosto de 2012, planteó sus dificultades para comprar dólares para un viaje de trabajo y que ese mismo día Echegaray dio una entrevista televisiva “en la que habló sobre el registro de actividad de Subiela y cuestionó sus declaraciones”.También recordó que, tras la conferencia de prensa, la AFIP “denunció penalmente” a Subiela “por la presunta comisión del delito de retención indebida de tributos” y que la “debilidad de la denuncia reafirma el carácter intimidatorio y de retaliación por la crítica pública del comportamiento" de Echegaray.





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