BERNARDO DE IRIGOYEN. Pocas palabras sirven para expresar la angustia de un padre buscando a un hijo desaparecido. Es lo que sintieron durante más de dos horas los progenitores de una nena de cinco años que se perdió en un comercio donde funciona una panadería y un ciber. La historia tuvo un final feliz. La nena nunca salió del lugar, ya que se quedó dormida debajo de un boxer para computadora. En simultáneo hubo un megaoperativo que incluyó a la Policía y distintas fuerzas federales. Todo comenzó a las 18.30 del pasado miércoles, cuando un efectivo de Gendarmería y su esposa avisaron a los uniformados que su pequeña hija de cinco años había desaparecido de las instalaciones de un negocio conformado por una panadería y un ciber, ubicado a la vera de la ruta nacional 14, en pleno casco urbano de Bernardo de Irigoyen.En forma inmediata, divisiones especializadas de la Unidad Regional XII iniciaron un rastrillaje por toda la ciudad y zona fronteriza. También avisaron a Gendarmería y la Policía Federal. Los minutos transcurrían e incluso la madre de la niña, en su desesperación ante tan dramática situación llegó a golpear casa por casa de la zona, preguntando si alguien la había visto. Poco después de las 20, los uniformados observaron la filmación de la cámara de seguridad del local, donde no se observaba que la nena saliera del comercio. Era obvio que aún estaba en el lugar. Al revisar minuciosamente en las instalaciones del mismo negocio y sorpresivamente hallaron a la niña durmiendo en un boxer, sana y salva.





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