POSADAS. Si bien el pronóstico para el fin de semana hablaba de tormentas y abundantes precipitaciones, la caída de granizos sorprendió a muchos, sobre todo a los que sintieron en carne propia la caída de las piedras de hielo.El director de la Oficina de Prevención ante Desastres Naturales (Opad) de Posadas, Favio Cabello, explicó ayer ante las consultas periodísticas las características del temporal del domingo. “Una nube normal tiene cinco kilómetros, pero en el caso de la tormenta extraordinaria del domingo, mostró un radio de entre 20 y 25 kilómetros”, detalló para graficar la magnitud del fenómeno.Añadió que en la capital provincial, las mediciones registraron vientos de hasta 62km/h, pero que en las zonas más afectadas de Garupá pudieron haber llegado al doble.La Opad detalló en un informe cómo fue la secuencia del temporal: “Durante la madrugada del domingo, la inestabilidad de la masa de aire comenzó a generar áreas de tormentas sobre el norte de Corrientes. En las primeras horas de la mañana la inestabilidad comienza a desplazarse hacia el norte, ingresando al sur de Misiones causando lluvias y tormentas. Alrededor de las 10.45 se forma una supercelda convectiva (nube de tormenta de grandes dimensiones) que se desplaza desde el oeste-suroeste hacia el este-noreste, en directa dirección a Posadas.Entre las 11 y las 11.45, la supercelda tormentosa se desplaza por Posadas, afectando especialmente la zona Sur de la ciudad y Garupá, en donde el viento y la precipitación fue más intensa, y en donde también hubo caída de granizo en gran cantidad”.“Existe la posibilidad, no así la certeza, de que esto ocurra nuevamente, dado que no se puede pronosticar dónde. Si no es ahora, puede ser el mes que viene, el año que viene. Hay que estar preparados y actuar en consecuencia en cuanto a la construcción de casas, en esto de quedarnos en nuestras casas si hay un mal pronóstico, etc. De la mano del cambio climático el mundo en sí va en proceso de fenómenos meteorológicos cada vez más fuertes”, sostuvo Cabello en declaraciones a Radio Libertad. Quedaron sin operar 18 líneas eléctricasEn los barrios de Garupá más afectados por el fenómeno, el servicio de energía eléctrica recién volvió a normalizarse quince horas después de la tormenta.Voceros de Electricidad de Misiones Sociedad Anónima (Emsa) precisaron que por efecto de la tormenta alrededor de 18 líneas de media y baja tensión fueron dañadas. Pero el principal causante del apagón fue la salida de servicio de la de 33KV Posadas-San Ignacio. A raíz de este problema, quedaron sin energía Garupá, Candelaria, Santa Ana y San Ignacio.En los sectores más afectados de la capital provincial, el desplome de postes, la voladura de techos y la caída de árboles y ramas fueron los causantes de las averías en las líneas.Desde Emsa detallaron que salieron de servicio, además de la mencionada Línea de 33KV, las salidas Centro y Sur (Roque Pérez) de la estación transformadora Posadas Centro; y las 4 y 6 de la subestación Itaembé Miní.Los cortes afectaron a extensos sectores de la población y hasta al hospital Escuela Ramón Madariaga y otros centros de asistencia sanitaria, que fueron prioridad de los operarios. Pese a que desde la compañía destacaron el amplio despliegue de las cuadrillas, las voces críticas de distintos vecindarios se repitieron ayer durante toda la jornada. Las demoras en acudir a los llamados o las líneas telefónicas de la empresa en la que nadie atendía los pedidos de ayuda fueron las principales quejas de los usuarios de Posadas y Garupá.





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