CANDELARIA. Con el paso de los días crece la preocupación de los comerciantes locales, por la posibilidad latente del cierre de numerosos comercios y la consecuente pérdida de empleo que podría golpear de manera muy dura a la economía social de la comunidad.El origen de la preocupación suscita desde la instalación de La Saladita, que ejerce según ellos una “competencia desleal” por numerosas situaciones.En principio, denuncian que desde la apertura de la feria – que tiene cerca de 200 locales – disminuyeron notablemente las ventas y que este fue el peor año en mucho tiempo. Incluso en el Día de la Madre las ventas fueron muy escasas. Además, se quejan porque los administradores de La Saladita violan la promesa realizada como condición de la instalación, donde dijeron que la venta sería “al por mayor”.“La promesa de vender al por mayor no la están cumpliendo, ahora venden por unidad, lo que la gente pide, además no se entrega factura y venden todo en negro”, comentó María Dávalos, comerciante de Candelaria.La mujer contó que han iniciado una ronda de reuniones entre los comerciantes locales para elevar los planteos al intendente Carlos Flores para pedirle que cumpla o haga cumplir la promesa.Otro comerciante, que pidió mantener su nombre en reserva, acusó directamente a Flores y sus allegados de tener negocios en emprendimiento y que por eso deja actuar sin cumplir la promesa.“Se acerca fin de año, cada vez estamos peor. Tenemos que unirnos porque sino todos perdemos, si no reclamamos nuestro derecho no vamos a llegar a nada”, aseguró Dávalos a los medios locales.Por su parte Ramón Borges, otro comerciante del rubro de la ciudad, remarcó que la instalación de La Saladita “nos complicó a todos por igual, disminuyó la venta en todo sentido, en mi rubro y a otros rubros también porque tienen de todo y venden al menudeo, no como se dijo al principio”.“A nosotros nos complica porque tenemos que alquilar el local, tenemos que pagar todos los impuestos y ellos tienen capital y no es lo mismo. Escuche que los comerciantes están armando para hacer una protesta pero no sé hasta donde puede llegar eso”, predijo.A su turno, otra comerciante local, Claudia Da Cruz, realizó declaraciones al canal de cable local, donde explicó que “la gente que entra a comprar sale con bolsitas pequeñas, quiere decir que venden por unidad, no respetaron la venta por mayor”.“Nosotros tenemos que pagar alquiler, impuesto en Rentas, Monotributo, no nos conviene. Es como que nos afectó a todos los que vendemos ropa”, añadió.Finalmente Alejandra Medida también habló al respecto. La comerciante de la ciudad indicó a la TV local que “de la forma que ellos venden nos afecta mucho, principalmente a los pequeños comerciantes”. Dijo que la caída de las ventas fue muy fuerte en los últimos meses. “Por respeto a los pequeños comerciantes de Candelaria sería bueno que sea (la venta) por mayor así no nos afecta tanto”.Sin duda que “corre riesgo la continuidad de los comercios” dijo y agregó que “imaginen que si nosotros vendíamos tres mil pesos al mes, ahora no llega ni a mil quinientos, además con eso hay que pagar alquiler, una chica para que se quede cuando no estoy”.Dos semanas atrás este diario publicó un informe que daba cuenta de la preocupación de los sectores de comerciantes y vecinos de la ciudad por una serie de maniobras que hace sospechar la existencia de negociados “poco claros” en el mercado de prendas La Saladita, que involucrarían al intendente local, Carlos Flores, personal allegado a éste, empresarios locales y dirigentes políticos y empresariales de Paraguay.Además de la “competencia desleal”, sospechan algún tipo de acuerdo con organismos de control porque “nadie controla nada, se vende todo en negro, en informalidad total, hasta los que trabajan ahí no están registrados, y ésto tiene patrocinio de la misma Municipalidad”, remarcó un vecino.Otro empresario del rubro dijo: “Yo estoy instalado a pocos metros de la plaza de la ciudad, pago alquiler, pago impuestos y vendo ropa legal; esta gente trae ropa de dudoso origen y nadie hace nada, la Municipalidad está metida porque gente cercana al intendente Flores tiene varios locales, otros organismos de control no controlan”.De acuerdo a la información recabada por este diario en charla con varios puesteros del mercado, hay grandes planes para ampliar el negociado e involucrar a poderosos dirigentes de Paraguay, del rubro empresario y político. Los planes apuntan a consolidar a La Saladita como centro de distribución de mercadería para varias cadenas de locales de venta de ropa de Paraguay, que actualmente se estarían nutriendo de La Salada de Buenos Aires.La intención es que, en lugar de buscar la ropa en el principal distrito del país, la busquen en Candelaria. Para ello se estarían entablando relaciones para poder traer la mercadería desde Buenos Aires y sortear la fiscalización de los organismos de control de Misiones, que están instalados en las rutas.Los administradores de algunos locales de La Saladita quieren evitar que los “sabuesos” le arruinen el negocio porque entienden que una vez empezado dejará muy buenos “dividendos” como para correr riesgos innecesarios.Además, dentro de los planes a mediano plazo se encuentra un proyecto (todavía no anunciado) con la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) para construir un puente de cargas en la costa de Candelaria, que una a esta ciudad con el departamento de Itapúa, en Paraguay. Con esta obra el negocio cerraría redondo, ya que las autoridades municipales de Candelaria tendrían injerencia en el control.




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