MOSCÚ, Rusia (Agencias). Los 30 tripulantes del rompehielos “Arctic Sunrise” de Greenpeace fueron trasladados ayer desde la prisión preventiva del puerto ártico de Múrmansk, donde se encontraban desde hace más de un mes, a una cárcel en San Petersburgo, informó ayer Jalimat Tekéyeva, portavoz de la filial rusa de Greenpeace.La representante de la organización ecologista agregó que “los abogados desconocen los motivos” del traslado de los activistas a la segunda ciudad rusa, según informan las agencias locales.En un comunicado, el director de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, explicó que, “a diferencia de Múrmansk, en San Petersburgo no hay noche polar en invierno”, y “para las familias y los funcionarios consulares será más fácil visitar a los detenidos”. “Pero no hay garantía de que las condiciones en la nueva prisión sea mejores que en Múrmansk. De hecho, pueden ser peores. No hay ninguna justificación para mantener a los treinta árticos en una penitenciaría durante un día más”, apuntó.Según Naidoo, “los detenidos no deberían estar en la cárcel, deben ser libres para reunirse con su familia y comenzar una nueva vida”.“Son presos de conciencia que actuaron con el fin de protegernos a todos nosotros y deben ser libres”, insistió.Varios de los detenidos se habían quejado ya en sendas cartas de las bajas temperaturas en sus celdas y expresado su temor por la salud de los activistas procedentes de países cálidos como Argentina, Brasil o Turquía.El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, abordó ayer la situación de los activistas con su colega ruso, Dmitri Medvédev, a quien preguntó si es posible “un gesto humanitario” en relación con el tripulante francés del “Arctic Sunrise”.“He transmitido mi inquietud a Rusia. No tengo intención de dar lecciones a Rusia”, dijo Ayrault, quien recordó que Rusia es parte de innumerables convenciones internacionales.Los tripulantes del “Arctic Sunrise” proceden de Rusia, Estados Unidos, Argentina, Reino Unido, Canadá, Italia, Ucrania, Nueva Zelanda, Holanda, Dinamarca, Australia, Brasil, República Checa, Polonia, Turquía, Finlandia, Suecia y Francia.Por otra parte, Greenpeace indicó ayer que Rusia no ha retirado los cargos por “piratería” de los 30 activistas, a pesar de haber anunciado que cambiaría las acusaciones a “vandalismo”. “El poderoso Comité investigador anunció la semana pasada que los cargos por piratería (…) serían remplazados por cargos por vandalismo”, recuerda Greenpeace en un comunicado.“Pero cuando los treinta detenidos comparecieron ante el Comité esta semana, los cargos por piratería no fueron retirados. En lugar de eso, se pronunciaron nuevas inculpaciones contra cada uno de ellos”, añadió.El Comité investigador anunció el 23 de octubre que había decidido revisar las acusaciones de las 30 personas, entre las que hay cuatro rusos y 26 extranjeros, entre ellos los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi y la brasileña Ana Paula Maciel.





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