POSADAS. Después de tres años de una cerrada resistencia y de sistemático rechazo de la renovación a toda propuesta en ese sentido, el Concejo Deliberante local decidió eliminar toda limitación que restringía el beneficio del pasaje gratuito en el transporte urbano de pasajeros a toda persona mayor de setenta años. Por unanimidad y sobre tablas, el cuerpo decidió acatar plenamente la previsión del artículo 23 de la Carta Orgánica Municipal (COM), cuya revisión está próxima a cumplir tres años.Llamativamente y como si fuese una respuesta a ésta, el impensado cambio en la posición oficialista ocurre a cinco días de la clara derrota electoral de la renovación en el municipio, y luego de otros dos reveses comiciales departamentales en lo que va del año: el 30 de junio y el 11 de agosto pasados.Empero, como si se reafirmara en esa tozuda negativa anterior, la norma aprobada ayer no derogó la ordenanza 2.627, sancionada en 2010, en evidente contradicción posterior con la previsión de la COM vigente desde meses después, sino que se limitó a modificar su artículo primero. En él se establecían horarios y días para gozar de ese beneficio de gratuidad, además de exigir la obtención de un carné municipal. Ahora la posibilidad será libre, sin horarios ni días, y sólo bastará la presentación del documento personal para acreditar la edad, respetando los términos de la COM.Cambio de actitud oficialistaSin dar explicaciones del porqué de ese drástico cambio de actitud –los reclamos de la oposición y del sector beneficiado fueron sistemáticamente rechazados en ese largo período-, se lo presentó como un logro renovador, producto del trabajo de la Comisión de Seguimiento conformada en el marco de la ordenanza 3.189, de marzo pasado, que crea el Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE Misionero) para el área metropolitana provincial. Es la misma que estableció además el primero de los dos plazos sucesivos de noventa días que suspendieron las restricciones al beneficio que ahora se elimina definitivamente y el segundo de los cuales debería vencer en las próximas semanas.El peregrinar de muchos abuelos tras el beneficio y la sordera renovadora y de la Defensoría del Pueblo parece haber terminado. Por ahora, sólo promesas para la 210Muy poco logró de positivo el reclamo de los vecinos de la chacra 210 en el Concejo local, en su queja contra la instalación de una estación transformadora de electricidad cercana a sus viviendas. Mientras con resguardo policial se realizó el vallado del lugar donde se erigirán las obras, el presidente de la Comisión Vecinal de esa barriada, Roberto García, planteó ayer ante los ediles el temor de los vecinos y el rechazo de éstos a las tareas emprendidas. Valiéndose del derecho que le otorga el artículo 32 de la Carta Orgánica Municipal, García expuso largamente su preocupación y reclamó la inmediata intervención de los concejales y la Defensoría del Pueblo para detener las obras de una instalación que resultará dañina y perjudicial para los vecinos. Se basó para ello en diversos informes, entre los que se halla uno elaborado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) a pedido del propio cuerpo. “Están a 30 metros de nuestras casas, cuando se nos prometió que no lo sería a menos de 200”, se quejó e insistió el daño a la salud que ellas provocarían. “Con la Policía y el GEO (Grupo Especial de Operaciones) están vallando el lugar. Es urgente que se las detenga”, reclamó.La respuesta del Concejo fue, sobre tablas, reclamar informes de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), pedir se estudie la posibilidad de alejarla hasta 200 metros y ver si se puede detener la construcción del conflictivo vallado.





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