POSADAS. La flamante Cámara de Apelaciones en lo Penal y Correccional de la provincia rechazó el recurso de apelación de la elevación a juicio de la “causa Muga” porque venció el plazo de exposición de los fundamentos. Técnicamente, el planteo fue declarado desierto y el sargento ayudante Mario Muga quedó en condiciones de ser juzgado por el asesinato de su ex mujer Mariela Sandra García.La víctima, de 39 años al momento de la tragedia, fue ultimada de un escopetazo en el pecho en el interior de la Comisaría de la Mujer, en Puerto Iguazú.El crimen sucedió en los primeros minutos del 6 de noviembre de 2012, en la citada dependencia policial, donde García arribó para radicar una denuncia contra el policía por violencia de género.En esa tarea se encontraba cuando el sargento ayudante, quien se jactaba de su fuerza física y hacía llamarse “Rambo”, ingresó en la comisaría y se dirigió hacia la oficina donde se encontraba su pareja con la oficial de turno.En el edificio había nada más que otra mujer policía; muy poco para detener a una bestia de unos cien kilos.El hombre ingresó en la oficina y sin mayores preámbulos, abrió fuego. Un escopetazo fue suficiente para terminar con la vida de García.Aún con salpicaduras de sangre en el rostro, Muga se retiró del lugar sin que nadie osara arrestarlo.Poco después se entregó por sus propios medios a las autoridades policiales.Las pruebas, cada vez más comprometedoras, se acumularon en su contra y llevaron al juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Juan Pablo Fernández Rissi, a procesarlo por los delitos de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con portación ilegal de arma de fuego”.La defensa de Muga apeló la medida y tras ser ratificada, también el auto de elevación de la causa a juicio oral y público.El expediente fue girado entonces a la flamante Cámara de Apelaciones que declaró desierto el recurso y puso a Muga a un paso de su juzgamiento.El expediente volverá al juzgado de origen para que siga el trámite pertinente, consignó la fuente consultada. Antecedentes de terrorDe alguna manera, Muga adelantó lo que iba a hacer. El 27 de julio de 2012, tres meses y diez días antes de matar a García, cuando ella radicaba una de las tantas denuncias por violencia contra él, en la comisaría Segunda de Iguazú, el sargento irrumpió en la oficina del jefe. Sin querer se le cayó un revólver calibre 22.En esa ocasión la Policía sólo atinó a iniciarle un sumario por “portación ilegal de arma de fuego”.Ya con una orden judicial de prohibición de acercamiento a la mujer, en agosto de 2012, Muga irrumpió en el domicilio que antes compartían pero ella reaccionó a tiempo y pidió socorro a un tío que tenía la casa en la parte posterior del predio.El sargento ayudante había bajado el interruptor eléctrico para sorprender indefensa a la víctima.





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