OBERÁ. Cuando la madre murió, aparentemente a causa de una dolencia incurable, comenzó el verdadero calvario para la niña. Fue en San Vicente. Su padrastro, aquel hombre que acompañó a su mamá hasta el último suspiro de vida, comenzó a abusar sexualmente de ella.La víctima no tenía a quien recurrir y debieron pasar siete años, cuando era ya una adolescente, para que pudiera denunciar la pesadilla que atravesaba, allá por el 2007.Y desde entonces, debió aguardar seis más para que se hiciera justicia. Acorralado por las pruebas en su contra, el hombre no tuvo alternativa más que reconocer su responsabilidad penal en el hecho para acceder a un juicio abreviado.En ese contexto la fiscal del Tribunal Penal 1 de Oberá, Estela Salguero de Alarcón, y la defensora oficial María Abdolatif, en representación del acusado, acordaron una condena a once años de prisión por el delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado”.La resolución fue homologada por los camaristas José Pablo Rivero, Francisco Aguirre y Lilia Avendaño y quedó firme. Para los magistrados quedó probado entonces, a través de la confesión del condenado, que éste abusaba sexualmente de su hijastra desde que tenía nueve años.El caso saltó a la luz allá por el 2007, cuando la víctima tenía 16. Una tarde, cualquiera, no importa, concurrió a la escuela y no regresó a su hogar. Para ese entonces, tenía la decisión tomada.A la salida del colegio fue a la casa de una amiga y se quedó allí. El padrastro, al percatarse que no regresaba, salió a buscarla hasta que la encontró.Discutió con los padres de la amiga, quienes se negaron a que la chica regresara a su domicilio.El hombre desistió por un momento de su accionar pero a los treinta minutos volvió con la Policía.Los uniformados parecieron convencer a la adolescente de que regresara a su casa y eso hacían cuando ella se quebró y comenzó a contar detalles del infierno que vivía.En ese contexto, el hombre que acusaba terminó acusado y detenido. Ayer se conoció la resolución condenatoria que lo llevará a la cárcel por varios años más. Once, para ser más exactos.
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