NAIROBI, Kenia (AFP-NA). Kenia enterraba ayer a las víctimas de la matanza del centro comercial Westgate de Nairobi, sobre la que aún persisten numerosos interrogantes sin respuesta.En todo el país, las banderas las banderas ondeaban a media asta, en el segundo día de duelo nacional de los tres que decretó el Gobierno.En el Westgate, los socorristas y los investigadores seguían buscando en el devastado inmueble, de donde se elevaban aún pequeñas columnas de humo. El presidente keniano, Uhuru Kenyatta, anunció un balance trágico al menos 61 civiles muertos, además de seis miembros de las fuerzas de seguridad y cinco asaltantes. En total, hubo 240 heridos y 11 personas detenidas.La Policía precisó que el balance era provisional. La Cruz Roja contó 71 desaparecidos, algunos de los cuales, así como miembros del comando islamista, podrían hallarse bajo los escombros.El líder del grupo islamista que perpetró el ataque, Shebab, Ahmed Abdi Godan, declaró que el comando actuó en represalia por la presencia del ejército keniano en Somalia desde finales de 2011, y contra “los occidentales que apoyaron la invasión keniana” de Somalia.Los investigadores de varios países ayudan a las autoridades kenianas en la investigación.




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