APÓSTOLES. El 7 de julio PRIMERA EDICIÓN dio a conocer la historia de Rogelia Godoy, una anciana indocumentada y analfabeta que vive desde hace veinte años en una precaria tapera del barrio La Cantera, donde no cuenta con servicios básicos. Aquella publicación, generó una pronta respuesta por parte de la Comuna, que empezó de inmediato a construir una vivienda de madera para esta mujer.“Al otro día que salió la nota vinieron acá varias personas de la Municipalidad, gente del Centro Integrador Comunitario. No estaban muy de acuerdo en que haya salido en el diario, pero a los pocos días empezaron a construir la vivienda para Rogelia, y otras dos casas aledañas para otras familias”, contó uno de los vecinos a este diario.Actualmente ya se terminó de levantar la base y se techó con chapa la construcción de madera que será de Rogelia. Los trabajos continúan.“Estoy contenta y doy las gracias por esto”, dijo Rogelia, quien ahora espera resolver su falta de Documento Nacional de Identidad, para lo que está siendo acompañada por un grupo de ciudadanas que ya inició las gestiones necesarias.Al no tener documento, Rogelia -que fue tarefera- se ve impedida de realizar todo tipo de trámites, motivo por el cual nunca pudo acceder a ningún tipo de beneficio económico -ni jubilación sin aportes ni pensiones-, luego de entregar parte de su vida a tareas rurales, siempre en negro y en condiciones de explotación. En la nota de julio, en la que contamos la historia de esta mujer, señalábamos que “hoy y desde hace años, Rogelia sobrevive gracias a la solidaridad de distintos vecinos y algunos comercios que le brindan alimentos, ropa o algo de dinero. Siempre, afortunadamente para ella, hubo personas de buen corazón que la llevaron al hospital cuando fue necesario y la socorrieron cuando ciertos peligros acecharon”.





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