POSADAS. Un año, dos meses y cinco días. Todo ese tiempo lograron permanecer en el anonimato Carlos Alegre (29) y Marcelo Da Silva (21) desde que escaparon de la comisaría seccional Segunda de Oberá, en la madrugada del lunes 4 de junio de 2012. El viernes, mientras deambulaban por Paraguay, efectivos de la Policía Nacional de aquel país los detuvieron y le pusieron punto final a una fuga que duró, en total, 431 días.La historia comenzó aquella fría madrugada de junio, prácticamente un año atrás. Alrededor de las 5, la guardia de la Segunda se percató de que tres peligrosos delincuentes ya procesados por la Justicia habían ganado la calle después de cortar la traba de hierro del portón metálico que divide las celdas del patio interno de la dependencia. Después, con un torniquete armado con frazadas, forzaron los barrotes y escaparon en la oscuridad.Alberto Ariel Cuevas (26), detenido por un robo calificado; Carlos Alejandro Alegre (29), apresado por un delito sexual; y Marcelo Adrián Da Silva (21), preso por un homicidio, fueron los protagonistas de aquella fuga histórica.Sobre el destino del trío, se dijo de todo. La Policía montó un operativo, pero los fugados lograron ganar el río Paraná y escaparon del país hacia Paraguay.Ese fue, al menos, el camino que siguieron Alegre y Da Silva, según se estableció finalmente el último viernes.Ambos deambulaban cerca de la ciudad de Edelira, unos 150 kilómetros al norte de Encarnación y cerca de la costa del Paraná, prácticamente enfrente de Puerto Rico, cuando fueron sorprendidos por efectivos de la Policía Nacional del Paraguay.La versión oficial reza que los uniformados paraguayos montaron una sigilosa vigilancia al sospechar de la pareja. El último viernes finalmente los detuvieron en averiguación de antecedentes, pero ninguno tenía documentos. Apenas alcanzaron a decir que eran de Misiones, en Argentina.Los policías del país vecino desconfiaron y se comunicaron de inmediato con la Dirección de Investigaciones de la Policía de Misiones. Entonces, todo se descubrió: los “forasteros” no eran otros que Alegre y Da Silva, los detenidos fugados de la Segunda obereña.Después de un mes, dos meses y cinco días en la oscuridad, los dos procesados volvieron a pisar suelo argentino alrededor de las 22 del último viernes, una vez que la Dirección de Migraciones paraguaya materializó el trámite de expulsión de aquel país.Esta vez por el puente internacional, de manera legal, ambos regresaron a Misiones y quedaron alojados en una de las celdas de Investigaciones, por calle Santiago del Estero de Posadas. A disposición del Juzgado de Instrucción 2 de Oberá, es de esperar que en las próximas horas sean trasladados de regreso a la zona Centro de la provincia bajo un importante operativo de seguridad. Será el regreso de dos de los tres fugados: el paradero de Cuevas seguía siendo hasta anoche un misterio.




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