PIÑALITO NORTE, SAN ANTONIO. La situación edilicia de la Escuela 581 de Piñalito Norte es insostenible, con un edificio de más de cuarenta años, que sin reformas ni mantenimiento prácticamente se está cayendo a pedazos. Los más afectados son los alumnos de nivel inicial, cuyas aulas no cumplen las condiciones mínimas para el dictado de clases. Pero el edilicio no es el único problema que está atravesando la comunidad escolar, los reclamos de los padres se centran también en los maltratos sufridos por varios alumnos a cargo de una docente, de la falta de presencia activa por parte del director (también secretario de Gobierno municipal) y hasta un portero fue denunciado por inacción y el faltante de varios materiales.Estas cuestiones fueron planteadas el lunes por los padres en una reunión a la que concurrieron casi cien sobre una matrícula de 118 alumnos, lo que da una muestra cabal del grado de preocupación y malestar que reina en esta comunidad escolar.Progenitores, docentes, directivos y el supervisor del municipio de San Antonio, Ramón Ruiz, fueron parte de este encuentro que se extendió por más de tres horas, en las que se escucharon reclamos muy fuertes y denuncias de grave tenor hacia el director, Pedro Amarilla, quien se encuentra desde hace dos años como suplente), la directora titular y esposa de Ruiz, María Peruski; la docente Claudia Serpp y el portero Juan da Rosa. También se hizo fuerte hincapié en la cuestión edilicia de esta escuela rural.Materiales que llegan y se van “La salita de cinco no es apta para dar clases”, dijo la docente Victoria a PRIMERA EDICIÓN, “hace quince años que doy clases y constantemente hago pedidos a la Dirección para que mejoren las condiciones pero nunca hubo una respuesta, el piso está roto, llueve, no digo que hay goteras, digo que llueve adentro del aula, además se inunda, en invierno es intolerable el frío y en verano el calor, los materiales didácticos siempre los compré de mi bolsillo, jamás la Dirección aportó nada, inclusive cuando llegó a través del Proyecto de Mejoramiento de la Educación Rural (Promer) una biblioteca con 98 libros destinado a nivel inicial, esta no me fue entregada, a pesar de que tenía mi sala como destino específico”.También varios padres denunciaron que el portero se llevó maderas y tablas que a través de la cooperadora habían hecho aserrar con la intención de construir muebles para la escuela: “Vine un viernes a limpiar la escuela y lo encontré al señor Juan (portero) cargando las tablas en su camioneta, reaccionó con sorpresa ante mi presencia pero luego siguió cargando las tablas y se fue, esas tablas eran para muebles para los chicos pero nunca volvieron”, aseveró una de las madres -Liliana- y añadió que “hasta ahora nadie nos dio una explicación”.Según la nota adjuntada por los padres se trataría de unos 700 pies de madera, también hubo reclamos por el faltante de herramientas de jardín y de carpintería donados por los padrinos de la escuela. Nadie dio una explicación.Abandono total“Los baños son un asco, rotos, muy rotos y muy sucios, acá hay un abandono total de la escuela”, afirmó otra madre, Mirta, y detalló que “durante varias semanas avisamos que en la salita de 4 (ex vivienda de docentes) había ratas y un nido de avispas, nadie hizo nada, hasta que entre varias madres vinimos y trajimos los materiales necesarios para fumigar, hay por parte del director una total irresponsabilidad”, aseveró.“El esqueleto del tinglado lleva años así, hicimos infinidad de fiestas y eventos juntando fondos, acá si llueve no se puede hacer educación física ni actos ni nada, pero parece que a nadie le importa”, contó Francisco y recordó que “una vez, a través de la cooperadora compramos varias bolsas de cemento para colaborar con la construcción de un aula, no se hizo nada y un año después las bolsas de cemento mal guardadas se habían humedecido y quedaron inutilizables”.“Hace por lo menos tres o cuatro años que llegaron ocho computadoras a la escuela, todavía siguen embaladas en sus cajas en la Dirección, jamás se utilizaron. Para nosotros es muy difícil que nuestros chicos accedan a tener una computadora y la Dirección de esta escuela se da el lujo de tenerlas tiradas y sin uso, privando a nuestros hijos de esa posibilidad”, se lamentó Irma. Según opinó esta mamá, “así manejan todo en esta escuela, es una de las más grandes de la zona y hace tiempo era ejemplar, pero bajo estos directivos se ha venido abajo totalmente”.Maltrato a padres y alumnos En cuanto a denuncias por maltrato, uno de los padres e integrante de la cooperadora, Juan Carlos Alves, mencionó dos quejas puntuales. “Nosotros vivimos en la colonia y un día de mucha lluvia y barro, cuando mi hijo llegó a la escuela la maestra lo echó tratándolo de irresponsable y otras cosas que prefiero no repetir, vino mi esposa a preguntar qué había pasado y la maestra la destrató también, le pedí explicaciones al director pero nunca hizo nada. Esa maestra Claudia (Serpp) le faltó el respeto a mi hijo y luego a mi esposa; lo que pasa que el director la ampara, no sé porque. Otro día mi hijo casi se trozó el pie porque la maestra lo mandó a juntar pasto, tuve que llevarlo al hospital, comprar remedios y quedó casi sin poder caminar, me pregunto ¿los gurises vienen a estudiar o a trabajar a la escuela? Esta escuela tiene dos porteros ¿por qué entonces tienen que mandar a los gurises a juntar el pasto?”, cuestionó el papá. Fin de semana con aprietes Ante el conocimiento por parte de los directores (Amarilla y Peruski, marido y mujer) de la circulación de una nota redactada por los padres, estuvieron ambos (aprovechando su condición de funcionario) recorriendo la colonia en la camioneta del CIC presionando a los progenitores para que no adjunten su firma a la misma, amenazando inclusive con no firmarles la libreta que habilita para el cobro de la Asignación Universal por Hijo.Gladys Carvallo, mamá de una alumna afirmó a este matutino: “Me amenazaron no sólo con no firmar la libreta a pesar de que mi hijo es alumno regular, sino que también me dijeron que me olvide de recibir cualquier tipo de ayuda por parte del municipio, ya que él es el secretario de Gobierno”. Este relato fue repetido por varias madres e inclusive asentado por escrito, firmado y entregado en manos del supervisor.





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