PARÍS, Francia (AFP-NA). Un tren con 370 personas descarriló ayer cuando se disponía a atravesar la estación de Brétigny-sur-Orge, en la provincia de Essonne, a 41 kilómetros al sur de París. El descarrilamiento causó al menos seis víctimas mortales y 180 heridos, 22 de ellos muy graves, según el presidente de la República, François Hollande, que visitó el lugar del siniestro a las pocas horas. Con todo, las autoridades advirtieron que el balance final de víctimas será más amplio.El tren, un Intercity Teoz de la compañía pública SNCF, viajaba desde París-Austerlitz hasta Limoges (al sur del país), cuando, según dijeron varios testigos, “entró en la estación a gran velocidad y se partió en dos”.Una fuente de SNCF explicó que el accidente no fue provocado por un choque sino por un exceso de velocidad, y señaló que la parte delantera del convoy cambió de vía mientras los seis coches de cola descarrilaban. Las imágenes aéreas mostraron que uno de los vagones voló sobre el andén y chocó contra una marquesina, antes de acabar tumbado sobre un costado encima de las vías. El Ministerio del Interior confirmó un primer balance de seis muertos y más de 180 heridos, doce de ellos muy graves, aunque su titular, Manuel Valls, advirtió de que la cifra de víctimas estaba destinada a “agravarse sin duda” con el paso de las horas. Un número indeterminado de pasajeros quedó atrapado entre los restos del tren.Según las primeras estimaciones, el accidente pudo originarse en la llegada del tren al cambio de agujas de la estación.





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