Posadas. Los vecinos del barrio San Jorge, del sector conocido como ex Bajo Antena, ayer se movilizaron para exigir ser incluidos en el programa de construcción de viviendas de manera inmediata, ya que están cansados de vivir en el barro y señalaron que no pueden seguir en estas condiciones. En horas del mediodía lograron el compromiso de que en total las 77 familias serán incluidas en esta etapa para finalizar con el mejoramiento habitacional del grupo. Los vecinos forman parte de un programa de “Ayuda Mutua” que lleva adelante el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha) y el martes se enteraron de que un sector no sería integrado en esta etapa para la reubicación. La noticia alarmó a las familias, quienes aseguraron que las condiciones en las que se encuentran son deplorables y que no pueden seguir soportando más tiempo. Una etapa de 24 viviendas están próximas a entregarse, cuya construcción se hizo con la colaboración de todos los habitantes del sector. Los vecinos se instalaron en el medio de la calle y con neumáticos encendidos se plantaron y exigieron la presencia de funcionarios del instituto. “De esta manzana somos diez familias las que estamos por quedar afuera, todas las que estamos debajo de los árboles, ya no podemos esperar más”, manifestó Laura Machado, una de las mujeres que creció en el barrio e integrante de la comisión bajo Antena. Finalmente, funcionarios del Iprodha se acercaron al barrio, y consensuaron que comenzará la construcción de las 77 familias censadas y que sólo era cuestión de dialogar, aunque en principio estaba prevista la edificación en dos etapas. Hacinados y en la humedadLas familias que forman parte del programa de “Ayuda Mutua” serán reubicadas en los mismos terrenos. Los vecinos esperan sus casas con ansias, algunos se criaron en el barrio, vivían más cerca del arroyo Zaimán y las reiteradas inundaciones los obligó a que se fueran mudando pero siempre en el mismo barrio.Liliana Cedros (31) tiene siete hijos y junto a su esposo comparten la casita de un solo ambiente y una letrina que no da para más. Señalando su techo agujereado por las ramas que caen con cada lluvia, señaló que “el mismo Iprodha me pidió tres veces que cambie de lugar mi casa, pocas cositas se fundieron y estando debajo de los árboles los gajos son un peligro”, comentó.Indignado Juan Carlos Mendoza (33) se encuentra en una situación parecida. El hombre vive de changas para mantener a sus cinco hijos, que apenas pueden moverse dentro de la pequeña casa de madera. Emiliana Matozo está aún peor, el piso de su casita es de tierra y el barro es constante estos días de humedad. Ahora los vecinos anhelan la rápida construcción de las casas.





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