LEANDRO N. ALEM. Una jubilada denunció ante las autoridades a un supuesto abogado correntino por estafa, después de que el mismo le tramitara una jubilación e intentara cobrarle una exorbitante suma de dinero que excedía ampliamente lo acordado en el convenio de honorarios firmado con antelación entre las partes.Además, la denunciante aseguró ante la Policía que el presunto letrado dejó una parte en blanco en dicho documento y luego de la firma de la damnificada agregó un pagaré en blanco, con el claro fin de generar una deuda inexistente.Según consta en la presentación policial, el abogado tendría vinculos con una asociación de jubilados de la Zona Centro de la provincia. La Justicia investiga ahora si existe complicidad entre ese organismo y el profesional sospechado.Un trámite “turbio”En diálogo exclusivo con PRIMERA EDICIÓN, uno de los familiares de la damnificada, de 65 años, contó detalles del lamentable episodio que le tocó vivir a la mujer.“Todo comenzó cuando ella recibió un volante de mano de uno de los integrantes de esa asociación, que ofrecía los servicios legales para tramitar pensiones para las personas que perdieron esposo o esposa”, contó el muchacho.Según consta en la denuncia, pocos días después de recibir el folleto, la mujer fue invitada a la casa de una de las autoridades de dicha asociación de jubilados, donde estaría presente el supuesto abogado, quien se identificó con nombre y apellido y dijo que era oriundo de Goya, en Corrientes.En esa reunión, la abuela cayó en la trampa y firmó un convenio de honorarios en el que acordaba “el 70% del primer haber previsional”. El punto da lugar a malentendidos, ya que debería tratarse de ese porcentaje pero de lo que sería el primer pago y no el retroactivo, es decir, todos los haberes que se pagan juntos una vez desde que el trámite se inicia hasta que concluye.Después de siete puntos y un sospechoso espacio en blanco, la abuela estampó su firma, sin imaginar la pesadilla en la que se había metido, todo por cobrar lo que le correspondía por la muerte de su esposo.En su denuncia, la mujer cuenta que seis meses después de aquella reunión, el último lunes 10 de junio se presentó en su casa una familiar del dirigente de la asociación, quien le pidió el DNI y una boleta de servicios “para destrabar algo” y que pudiera cobrar su pensión.Sin embargo, dos días después, la abuela seguía sin el documento. “Fue retenido por estas personas en otra clara acción ilegal”, le contó a este diario el familiar. Finalmente, la abuela recibió una comunicación: debía presentarse en la sucursal Alem del Banco Nación, donde lo estarían esperando los dirigentes de la asociación y el presunto abogado, con su DNI.El miércoles 12 de junio, el día indicado, la mujer salió rumbo al banco. No obstante, sospechando de que algo “olía” mal, le pidió a un pariente que la acompañe. Ese hombre es quien le contó a este medio todo lo que sucedió allí: “estas personas estaban allí, en la caja, por cobrar. Mi familiar tenía que cobrar, neto, 28 mil pesos como retroactivo. Ahí le pregunté al abogado sobre cuánto eran sus honorarios. Ellos me dijeron que sacaramos toda la plata y que después íbamos a arreglar. Yo insistí y ahí me dijeron que querían el 75%”.No hace falta ser un experto en leyes para entender que se trataba de una estafa. El joven hizo cálculos y descubrió que, de esos 28 mil pesos, el letrado pedía nada más y nada menos que 22 mil pesos.“Les dije que no, hasta le pregunté al empleado del banco y me dijo que no sacáramos la plata, que veamos bien cuánto era todo y después volvieramos. Ahí estas personas se enojaron y me decían que ellos ya habían arreglado, que yo aparecía ahora que había plata. Me insultaban a los gritos enfrente de todos. Lo único que yo quería y quiero es que no la estafen a mi familiar”, recordó.Ante la situación, el joven consultó por teléfono con un abogado amigo, quien le confirmó lo que sospechaba: para trámites similares, los letrados suelen cobrar el valor de dos sueldos, algo así como 5 mil pesos, aproximadamente.Ya fuera del banco, las partes acordaron reunirse en la casa del dirigente de la asociación de jubilados. Allí, la denunciante y su familiar le pidieron al abogado una copia del convenio de honorarios y de los gastos del trámite. “Se negó, me dijo que no daban copias, que me la daba para leer”. El muchacho entonces tomó el documento, salió afuera y le sacó una foto con el teléfono celular. Fue así como descubrieron que en aquel espacio en blanco dejado entre el último punto y la firma de la mujer, el presunto abogado había “agregado” un pagaré en blanco a su favor.“Volví a entrar y el abogado me dijo que entonces quería 15 mil pesos, que me pagara y que se iba a ir, que tenía que ir a San Pedro a ver otros clientes, que no quería problemas. Nosotros no accedimos y ahí nos lanzó toda clase de amenazas, que nos iba a sacar todo, hasta la bicicleta.”, rememoró el testimoniante a este diario, quien recordó que la mujer entrada en años comenzó a llorar y, desde ese momento, vive con miedo.“No volvímos a verlos, lo que es una clara señal de que hay algo raro detrás de todo”, finalizó el familiar, quien se cruzó por última vez con el supuesto abogado en la comisaría, quien lo estaba denunciando a él por acusarlo de intento de robo.





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