POSADAS. La causa que investiga el crimen de Leonardo Quiroz (22), perpetrado en medio de un pleito con otro jinete a la salida de un festival de doma y folklore en el Parque de la Ciudad, fue elevada a juicio oral y público en las últimas horas bajo la carátula “homicidio con exceso en la legítima defensa”.Para la Justicia, Ramón Ayala (32), procesado por el crimen, actuó aquel día impulsado por el instinto de supervivencia. Eso fue lo que lo llevó a tomar su puñal y agredir mortalmente de tres puntazos a Quiroz, quien según la instrucción definitivamente intentaba agredirlo.Así se desprende del requerimiento de elevación a juicio oral y público firmado por la doctora Mabel Torrez, fiscal de Instrucción 6 de Posadas, y por el magistrado del Juzgado de Instrucción 6, Ricardo Balor, según le confirmaron las fuentes a PRIMERA EDICIÓN.De esta manera, en los próximos meses Ayala deberá sentarse en el banquillo de los acusados en un debate que ventilará los detalles de aquel crimen que fue noticia durante las últimas horas de septiembre del año pasado.Pelea en el festivalConsta en el expediente que todo sucedió alrededor de las 19 de aquel domingo 30 de septiembre de 2012, en medio de un festival de doma y folklore organizado por la comuna capitalina en un predio cercano al velódromo, en la zona del Parque de la Ciudad.Gracias al relato de testigos, la Justicia finalmente pudo determinar que el episodio criminoso fue el desenlace de un cruce de palabras entre Ayala y el padre de la víctima, en plena fiesta tradicionalista.Al parecer, en determinado momento el ahora procesado se acercó a Quiroz padre montado en su caballo y, luego de un cruce verbal, avanzó sobre él e intentó atacarlo con el “arreador”, aunque no logró asestar el golpe.Fue en ese momento que Leonardo Quiroz intervino en la escena junto a otro familiar y posteriormente se retiró, montado en su equino. Minutos después, la noticia llegaría al festival: habían matado al joven.Según la reconstrucción judicial, aparentemente Quiroz se fue de la fiesta persiguiendo a Ayala, ambos a caballo, este último acompañado además por una hija menor que también cabalgaba en otro animal.Así fue como en el camino de salida del velódromo, a escasos metros del acceso al aeropuerto viejo, los dos jinetes volvieron a cruzarse, pero esta vez, de las palabras todo pasó a la acción.Los investigadores acreditaron que en ese instante Quiroz comenzó a atacar violentamente a Ayala con una “guacha” o rebenque hasta hacerle perder el equilibrio. El jinete cayó pesadamente al suelo y decidió extraer el cuchillo tipo puñal que guardaba en su cintura como parte de la vestimenta gaucha.En un principio, Ayala repelió la agresión armado con el elemento de filo y hasta llegó a lesionar levemente en la zona del tórax a su oponente, en lo que sin dudas sería un anticipio del lamentable final.Aún herido, siempre según el expediente, Quiroz continuó con el ataque y llegó a provocarle una grave lesión en la nariz a Ayala, quien entonces se decidió y le apuñaló al menos otras tres veces, una de las cuales le perforó el corazón y le provocó la muerte instantánea al joven.Un llamado telefónico alertó a la guardia de prevención de la comisaría seccional Séptima, en Villa Cabello. Enseguida, efectivos de esa dependencia partieron hacia la escena. Cuando llegaban a la intersección del acceso al aeropuerto viejo y la ruta nacional 12, se toparon con Ayala, quien montado en su caballo intentó atropellar a los uniformados y escapó cabalgando, aunque metros después logró ser detenido.Así las cosas, para la instrucción está claro que el imputado actuó en defensa propia, aunque con exceso: la Justicia entendió que la utilización del puñal fue desproporcionada en relación con el rebenque con el que era atacado por Quiroz.Entonces, con base en el artículo 35 del Código Penal Argentino, Ayala fue procesado y ahora la causa que pesa sobre sus espaldas finalmente fue elevada a juicio. Un puntazo al corazón y un escape de película Directo al corazón. Así fue el puntazo que acabó con la vida de Leonardo Quiroz, según pudieron establecer los médicos que trabajaron en el caso.El joven recibió cuatro puntazos, aunque sin dudas el que le costó la vida fue uno que le dejó una herida de siete centímetros de diámetro en la base del tórax, que llegó directamente al corazón: el informe médico especifica que le causó una lesión de tres centímetros en el músculo cardíaco.La reconstrucción judicial estableció que luego del ataque Ayala escapó montado en su fiel caballo, pero fue interceptado por la Policía en ruta 12 y acceso al viejo aeropuerto posadeño.En ese lugar, los uniformados intentaron detenerlo, pero el jinete intentó atropellar con su animal a los efectivos, que debieron desistir.A toda velocidad, el imputado prosiguió su marcha, ahora por la ruta nacional 12 y en dirección al Acceso Oeste de la capital provincial. Fue justamente donde ambos caminos se cruzan que la Policía finalmente pudo rodearlo y reducirlo.La noticia del homicidio de Quiroz llegó rápidamente al festival de doma y folclore, que transitaba sus últimos minutos. Para cuando los familiares de la víctima llegaron a la escena, el cuerpo del joven jinete ya estaba siendo peritado por efectivos de Criminalística de la Policía de Misiones.En el lugar, en poder de Ayala, los uniformados secuestraron el puñal que resultó ser el arma homicida, según el expediente.





Discussion about this post