POSADAS. El próximo 17 de agosto se cumplirán 65 años de la iniciativa concretada por el entonces presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, de instituir la “Llama de la Argentinidad”, simbolizada en una lámpara votiva especialmente diseñada y que fuera distribuida en siete provincias para homenajear al libertador de América, el general José Francisco de San Martín. Esas lámparas brillaron ese día y luego con el tiempo quedaron olvidadas, al punto que se desconoce el destino de la gran mayoría, salvo la que permanece en la Iglesia Metropolitana, en plaza de Mayo (Buenos Aires) y otra que descansa en Ushuaia, donde nadie sabe sobre su procedencia y menos sobre su destino original: las Islas Malvinas.Un notario salteño, Roberto Leopoldo Terrones -ya jubilado-, apasionado por recopilar publicaciones de los diarios de todo el país sobre distintas temáticas históricas, en especial vinculadas a Malvinas, descubrió la existencia de estas lámparas casi por casualidad, por un artículo periodístico de aquella época, y comenzó a indagar más sobre las mismas. A medida que avanzó sobre el tema, recabando mayores detalles y analizando la importancia y valor con las que fueron concebidas, se propuso como objetivo recuperar la “Llama de la Argentinidad” y comenzó a recorrer cada uno de los lugares, ciudades y provincias, en la que fueron distribuidas en 1948.Terrones ya estuvo en Capital Federal, Jujuy, Formosa, Ushuaia y llegó a Posadas, donde con su técnica acude a los archivos de medios escritos que puedan tener registros de aquella actividad que cobró mucha trascendencia, los analiza y a partir de allí inicia las gestiones para contactarse en forma documentada con las autoridades correspondientes y los invita a recuperar, a través de una réplica -en el caso que ya no existiera- aquella lámpara y volver a encenderla el próximo 17 de agosto.Malvinas-Falkland, el origen“Soy un salteño con un sentimiento muy grande por las islas Malvinas. La primera visita que realicé fue en 1999 cuando se reanudaron las relaciones diplomáticas entre Argentina y el Reino Unido. Cuando se autorizó el primer viaje del continente, yo viajé vía LAN a las Malvinas-Falkland”, comenta Terrones a PRIMERA EDICIÓN.Después de visitar las islas y los distintos campos de batallas, en Monte Longdon, observó que allí se levantaba una cruz, monolito y placas recordatorias, en homenaje a los soldados caídos en acción, por parte de los británicos, incluso en una rezaba el nombre del soldado y su edad, 16 años. “Ahí me nació un compromiso moral de hacer una placa con los nombres de todos los soldados argentinos caídos en Monte Longdon. ¿Porqué no esta acá el nombre de aquellos heroicos soldados argentinos que cayeron defendiendo el pabellón nacional? Eso me quedó dando vueltas, después escribí una carta al presidente de ese entonces Néstor Kirchner y me autorizaron a hacerlo, porque llevar las placas y todo es carísimo”. A la semana de presentada la nota recibió una llamada, era Alberto Fernández (en el año 2003), ministro del interior, quien le dijo que leyeron la carta y el presidente le brindaba los pasajes por medio de cancillería para ir a rendir homenaje a estos soldados. “Fui a Malvinas, llevé las placas, las coloqué en Monte Longdon, tomé fotografías para dejar testimonio, previa nota de presentación a las autoridads de las Islas, por supuesto que hice todos mis movimientos por derecha, con permiso de las autoridades que están allá… y cumplí un objetivo”, resaltó el notario.Todo el relato sirve para introducir cómo Terrones llega a sus manos la historia de las lámparas votivas. “Investigando la historia de las islas (Malvinas) en diarios decanos como la Nación, Clarín, La Razón, entre otros, observo que durante el gobierno constitucional del general Juan Domingo Perón, lanzan la ´Llama de la Argentinidad´, que está representada por una lámpara votiva, que es la réplica de la que se encuentra en la puerta de la Catedral metropolitana de Plaza de Mayo en homenaje al libertador de América, José Francisco de San Martín. Dicen los diarios de esa época que Perón encendió siete achones que fueron llevados al interior del país para que recorran las mismas y en el caso del norte argentino, decía que esas lámparas debían quedar depositadas en la casa de gobierno de: San Salvador de Jujuy, Formosa y Posadas, Misiones”, explicó.Paso a pasoTerrones lleva adelante este emprendimiento de recuperar el homenaje al general San Martín a través de la “Llama de la Argentinidad” sin ningún tipo de apoyo económico y en cada provincia a la que lo lleva el paso de la “lámpara” los días y gastos son variados, de acuerdo a lo complicado que resulta acceder a los datos referenciales.“Ya estuve investigando en Jujuy, la semana pasada en Formosa y ahora llegué a Posadas. En Jujuy tengo testimonios a través de la prensa escrita que el señor gobernador de ese momento, el doctor Iturbe, recibió la llama y la puso en la casa de gobierno, en su exterior, para que el pueblo pueda visitarla. Como estaba desprotegida el viento la apagaba, emitió un decreto para que fuera llevada a la catedral, donde hoy no está y no aparece por ningún lado”, comentó Terrones.En Formosa realizó el mismo procedimiento, buscó datos en los diarios de la época, en la biblioteca, pero no halló nada. “En toda mi estadía en esa provincia me acompañó un historiador, Julio Ortíz, pero él ni nadie sabía nada de la lámpara votiva. Insistiendo, hablamos con la gente antigua, veterana y uno dijo: yo cuando era chico la escuela me llevó a visitar esa lámpara que estaba en la antigua casa de gobierno que hoy es un museo. Incluso hablamos con una señora que dijo que su papá era oficial de policía en casa de gobierno y que la lampara llegó el día 14 de agosto de 1948, ´no me olvido, porque mi padre llevó a una comitiva a un asado a una estancia, y al regreso a la ciudad de Formosa, el vehículo tuvo un accidente y mi padre murió, por eso recuerdo bien, yo era chica´. Fue A través de esa investigación que pude determinar que la gente antigua tiene conocimiento de la lámpara, pero el gobierno de Formosa no lo tiene, por lo tanto hice una nota al gobernador para que busque la lámpara y si es negativo, se fabrique una similar a la que está en la catedral metropolitana”.En Misiones La visita a Posadas de este salte&a
mp;ntilde;o jubilado, siempre con motivo de conocer el destino de la lámpara, resultó “altamente satisfactoria porque conseguí documentos que confirman que sí se recibió, a través de la prensa escrita. En la biblioteca, encontré en los diarios El Día, de fecha 7 de agosto de 1948, la noticia: Casa de Gobierno, recepción de la ´Llama de la Argentinidad´ en el territorio de Misiones. El gobernador formó una comisión con gente notable de los distintos sectores, del estado mayor del ejército, la CGT Misiones, para recibir la llama… También con fecha 16 de agosto, el diario El Territorio, expresa: “La Llama de la Argentinidad arde en suelo misionero”, la carroza portadora recorrerá la ciudad hasta la plaza 9 de julio donde se rendirá un homenaje en el atrio de la iglesia matriz”, indicó Terrones.También encontró publicaciones en la que se deja constancia que ese 17 de agosto de 1948 en Posadas se cumplió con el acto previsto, es decir la lámpara llegó, y una vez terminada la celebración “fue trasladada en una carroza, que se retiró al local de la municipalidad donde fue apagada. Asistió el pueblo, alumnos, etc. O sea que los resultados son muy positivos. Tengo información de la Casa de gobierno, del departamento de archivos del patrimonio cultural, donde la señora Alba, me entregó copias del decreto emanado del gobierno de Posadas, donde se expresa la necesidad de constituir la junta para recibir a la llama, con fecha del 5 de agosto de 1948 y firmado por el gobernador Don Apricipio P. Almeida. Sé que la Municipalidad de Posadas se incendió y no quedan rastros de nada”.Por último recordó que “lo que busco con todo esto es que se hagan las réplicas en todas las provincias en las que se distribuyeron estas lámparas votivas y que el próximo 17 de agosto puedan encenderse puntualmente a las 15, horario del paso del general José Francisco de San Martín a la inmortalidad”. Una sobreviente en el surLa “Llama de la Argentinidad” fue desparramada al oeste en Catamarca, San juan y Neuquén. Al sur llegó a la Antártida, a la isla Decepción donde había una base de la armada argentina, pero como entró en erupción volcánica tuvieron que desalojarla. La otra tenía como destino las Islas Malvinas. “En mi viaje patagónico estuve en Ushuaia y en el hall de la casa de gobierno, se encuentra la lámpara, la única que existe de aquella época. Pero el gobierno, los historiadores y los periodistas no tienen conocimiento. En Tierra del Fuego no hay NYC (Nacido y Criado), existen ´extranjeros´, entonces no hay quienes puedan conocer la historia de esa lámpara”, explicó Terrones.





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