BUENOS AIRES (Medios digitales). El portero Jorge Mangeri fue procesado ayer con prisión preventiva por el homicidio de la adolescente Ángeles Rawson (16), hallada asesinada en un predio de la Ceamse el 11 de junio pasado.La medida fue dictada por el juez de Instrucción 17 porteño Javier Feliciano Ríos, quien halló a Mangeri autor penalmente responsable del delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía en perjuicio de Ángeles Rawson”, por lo que continuará preso en el marco de esta causa.Además de procesarlo, el juez embargó los bienes del imputado: “Deviene procedente fijar la suma de embargo, de acuerdo a un monto totalizador de tales circunstancias que a criterio del tribunal será de 1 millón de pesos”.Según la resolución, a la que tuvo acceso el sitio Online-911, el procesamiento tuvo una prueba clave y fue el ADN hallado en las uñas de la víctima: “En diez de los veinte marcadores autosómicos puede identificarse en forma completa el perfil genético autosómico correspondiente al imputado. En este último caso, en relación con el haplotipo de cromosoma Y, la parcialidad y características de los resultados, no permite establecer una comparación concluyente con respecto al de Mangeri”.En ese contexto, continúa la resolución, “cabe indicar que si bien en los exámenes practicados se menciona la existencia de marcadores que podrían corresponder o bien a un tercero o bien ser producto de una contaminación de la muestra, no puede perderse de vista que, de todas formas, el material genético que correspondería a Mangeri fue debidamente hallado en el cuerpo de la víctima”.“Última acción en vida”Asimismo, “resulta revelador el lugar en el que se encontró el material genético que, en diferente medida, contendría ADN del causante” ya que “los dedos índice, mayor y anular constituyen los tres dedos centrales de una mano humana. En el caso, la derecha de la damnificada, por lo que la situación permite concluir que una de sus últimas acciones en vida, fue la de defenderse contrayendo su mano y dedos con el fin de arañar a su agresor, de forma que en ese momento se produjo la transferencia del material genético hallado luego en su cuerpo”. Ángeles presentaba varias lesiones previas a su muerte y “las fundamentales eran una fractura de la clavícula derecha, una fractura del maxilar inferior y otra fractura de la columna cervical y de la base del cráneo; y que el mecanismo probable de producción fue a consecuencia del aplastamiento progresivo de la superficie corporal en sentido anteroposterior”.Respecto a las lesiones que presentaba el imputado, el escrito señala que “de acuerdo a las características de las mismas podemos informar que la posible data es de siete a diez días excepto las lesiones 25; 29 y 32 que son de antigua data” y también refiere a que “no es posible determinar fehacientemente si las lesiones descriptas fueron autoprovocadas o resultan atribuibles a un mecanismo de agresión por parte de un tercero”. Sobre las facultades mentales de Mangeri, el magistrado entendió que el portero es imputable.





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