POSADAS. El bandoneón suena y las melodías se acoplan a la guitarra dando melodías únicas, transportando y creando micro climas en cada persona. Es que Los Nuñez indiscutiblemente magnifican y transportan por medio del chamamé a su gente, que desde distintas edades disfruta con mucha alegría de esas grandes interpretaciones y creaciones.Los hermanos Juan “Pico” y Marcos “Chavo” Nuñez lograron llevar la música de una región por distintos puntos y brindaron la notable experiencia de crear sobre canciones ya creadas una importante expresión musical. En una charla con Juan “Pico” Nuñez se pudo disfrutar de esa pasión que viene desde pequeño, cuna de familia musiquera que se hizo sentir desde su Campo Viera natal. Desde aquella presentación, en mayo del año pasado, en el Teatro Lírico del Centro del Conocimiento, hasta esta parte el trabajo en la provincia fue creciendo notablemente. “Básicamente el recibimiento de la gente fue muy bueno. La gente estuvo esperando otra cosa de nosotros y creo que se lo estamos ofreciendo”, dijo y apuntó a los veinte años que vienen cumpliendo con la música.En ese tiempo los hermanos pasaron muchos momentos, entre ellos el crecimiento y constante aprendizaje. “Fueron etapas donde buscamos referentes como don Isaco Abitbol, Tránsito Cocomarola, Ricardo Ojeda, Astor Piazzolla, entre otros. Recordando que comenzamos con la guitarra allá en Campo Viera. Después continuó el crecimiento, escuchando un poco de jazz, otros géneros, sobre todo para aprender más del músico”, aseguró con nostalgia. Lo importante para ellos fue el reconocimiento a nivel nacional, lo que les abrió las puertas a la grabación de dos discos que llevan un sello nacional. “Allí tuvimos la oportunidad de volcar nuestra producción, componiendo música de película y acompañando a otros grandes músicos, como el caso de Gustavo Santaolalla. En todas las etapas de ir transformando la canción siempre fuimos para arriba”, explicó al sonreír y confesar que no pensaban llegar a tanto cuando comenzaron a recorrer éste camino musical. Siendo niños, teniendo esa virtud con los instrumentos y algo para decir cuando se ejecutaba la guitarra o el bandoneón. “A medida que pasaba el tiempo nos dimos cuenta para donde iba todo esto o por ahí lo que queríamos hacer de nuestras vidas. Veníamos apoyados y encaminados por nuestros padres. Cuando vinimos a vivir a Posadas, en el 97-98 más o menos, ya teníamos bastante claro el rumbo que iba a tomar nuestra carrera musical, el enfoque que le queríamos dar y hacia donde queríamos apuntar”, dijo al delinear parte de los primeros pasos con la música.Escalones subidos y metas logradas fueron parte de esos años que los llevaron a ser reconocidos.Algo que decirJuan, acompañado de su bandoneón, siempre tiene mucho por decir, así es como aseguró que “cuando comencé a buscar referentes en el bandoneón escuché a Isaco Abitbol, porque me llamaba la atención cómo ejecutaba su instrumento. Esa sensibilidad especial la descubrí además en Astor Piazzolla y Aníbal Troilo. Siempre me puse como meta eso, decir algo, porque el día que no diga nada con mi instrumento dejo de tocar, pero gracias a Dios uno viene al mundo para algo. Entonces sé que tocando el bandoneón tengo mucho para decir, pero no porque lo diga yo, sino que es una afirmación de la gente. Hablando de romper estructuras es que estos hermanos criados escuchando música tradicional pudieron crear su propio estilo. “Siempre buscamos cuidar y aprender lo esencial, para luego dar un aporte con una nueva mirada. Lo que hace que surja todo esto que expresa nuestra música. Tuvimos la venia de los grandes músicos tradicionalistas, por eso mismo es que cuidamos mucho siempre todo lo que hacemos”, aseguró a destacar también el aval de la gente que deja expresar la mirada de estos dos músicos de Campo Viera. Pensando en el futuro destacó que se tiene mucho por decir, “en mi caso trato de no ponerme límites. En mi caso es llegar a las estrellas (dijo entre risas), es como poner un punto final a la carrera si se piensa en eso. Por eso mismo es que siempre hay que tener una mirada esperanzadora, siempre nadando en este gran mar que es el mundo. Y esa misma óptica la uso en todos los ámbitos de mi vida, siempre con las ganas de seguir trabajando, de seguir aprendiendo. Dando un aporte a las generación que vienen”.





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