BUENOS AIRES (Medios digitales). El portero Jorge Mangeri aseguró ayer que la madrugada del sábado 15 de junio, cuando fue detenido por el crimen de Ángeles Rawson, fue “hostigado” y “apretado” dentro de la fiscalía por personal policial para autoincriminarse en el hecho. Fuentes judiciales aseguraron a Télam que durante la audiencia de indagatoria ante el juez de instrucción Javier Ríos, que se extendió 45 minutos, Mangeri sólo declaró sobre los supuestos apremios policiales y se negó a hablar sobre las acusaciones en su contra respecto al crimen de Ángeles. Según las fuentes judiciales, Mangeri escuchó pacientemente los cargos que obtuvieron los investigadores respecto a su participación en el hecho, entre los que figuraron los últimos resultados científicos relacionados a las muestras obtenidas en el edificio de Ravignani 2.360. Luego, aconsejado por su abogado defensor Miguel Angel Pierri, el portero decidió realizar algunas aclaraciones respecto a las horas que pasó dentro de la fiscalía de María Paula Asaro la madrugada del 15 de junio último, día en que fue detenido. Mangeri le contó al juez que esa madrugada fue “hostigado” y “apretado” por personal policial para “hacerse cargo” del hecho, y aclaró que el jueves de esa misma semana había sido amenazado por varios hombres que se movilizaban en un automóvil Polo. Asimismo, según indicó su abogado Miguel Angel Pierri, Mangeri explicó “quiénes estaban presentes y qué sintió en ese momento”.Además “explicó bajo qué situación hizo alguna manifestación”, dijo el letrado en referencia a la autoincriminación para luego reiterar que el portero le dijo al juez Javier Ríos que aquella madrugada en la fiscalía “se sintió presionado”, aunque aclaró que “no por la fiscal”.Sobre esta misma denuncia hecha por Mangeri, su otro abogado, Marcelo Biondi, explicó que el encargado afirmó que en la fiscalía hubo “personal policial que, según sus dichos, lo habría intimidado”. “Según lo que él refiere, lo habrían apretado para que se haga cargo del hecho”, señaló Biondi.Pierri comentó que “el segundo punto” sobre lo que aceptó declarar el encargado “fueron los hechos del (auto Volkswagen) Polo negro que ratificó y dio precisiones que son mérito de investigación”.“Lo único que hizo Mangeri fue manifestar una situación que ya se conoce y tiene que ver con un vehículo Polo negro el día anterior a su declaración testimonial, donde hay sujetos que lo amenazaron”, explicó Biondi.Vestido con un pantalón de jean y zapatillas blancas, más flaco y rapado, Mangeri llegó a los tribunales porteños cerca de las 7.30 de ayer a bordo de una camioneta del Servicio Penitenciario Federal que lo trasladó desde el Penal de Ezeiza, donde se encontra detenido. El hombre permaneció algunas horas en la Alcaidía de los Tribunales y cerca de las 11.50 fue llevado ante el juez Ríos, quien le dio la posibilidad de declarar antes de resolver su situación procesal. Según las fuentes, en la audiencia, además del juez, estuvieron presentes su abogado defensor y la fiscal que instruyó el expediente, María Paula Asaro. El abogado Pablo Lanusse, quien representa al padre de Ángeles, Franklin Rawson, aguardó la finalización de la indagatoria en uno de los pasillos del quinto piso de tribunales. Luego de la indagatoria, Mangeri salió esposado y custodiado por tres guardias del servicio penitenciario que lo trasladaron nuevamente al Penal de Ezeiza. Fuentes judiciales dijeron que el juez Ríos resolverá hoy o a más tardar mañana la situación procesal de Mangeri.Pierri también anunció a la prensa que el juez Ríos los notificó de que ayer iba en persona a conocer y recorrer el edificio de Ravignani 2360 donde Mangeri trabaja como portero, la víctima vivía en planta baja y se habría cometido el crimen (ver nota relacionada).“El doctor Ríos en persona va a ir con su equipo al edificio a recorrer y a hacer un relevamiento inclusive de aquellos departamentos que están desocupados. Evidentemente él quiere conocer el edificio”, señaló Pierri.Ángeles Rawson (16) fue encontrada asesinada el 11 de junio en un predio de la CEAMSE en la localidad bonaerense de José León Suárez, con dos vueltas de hilo sisal enrollado en el cuello y su cabeza cubierta con una bolsa de plástico de supermercado. Inspección en el lugarEl juez de instrucción Javier Ríos encabezaba anoche una inspeccción ocular en el edificio de la calle Ravignani al 2.360 del barrio porteño de Palermo, donde el único imputado se desempeñaba como portero, vivía Ángeles Rawson (con su familia), y se habría cometido el crimen de la menor de 16 años.El magistrado llegó al inmueble para supervisar la revisión, según se pudo saber, las distintas instalaciones del inmueble, comoel sótano, el hall, la terraza, además de algunos departamentos, incluidos los que estaban deshabitados, aunque no se descarta que se inspeccione la casa donde vivía Ángeles.Junto al magistrado se hicieron presentes la fiscal del caso María Paula Asaro, Pablo Lanusse, abogado querellante de Franklin Rawson, padre de Ángeles, funcionarios judiciales y policías de la Federal.Ese procedimiento, consideraban los especialistas, podría ser clave para la resolución de la situación procesal del portero.





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