POSADAS. “Soy jubilado, pero estoy más activo que antes porque me estoy dedicando a lo que siempre me gustó”, definió Basilio Sawchuk Kobalchuk (70) ingeniero agrónomo que desde los años 70 ejerció en la estación experimental INTA de Cerro Azul y en los ratos libres siempre le gustó investigar en los montes para ir tomando nota de las plantas y árboles con propiedades curativas. Lleva publicados varias notas técnicas y libros. Hace ya varios años dicta cursos y charlas en Efas de Misiones y en encuentros organizados por los municipios. Asesora un proyecto que se desarrolla en el municipio de Encarnación. También comparte sus conocimientos en el Centro de Jubilados Revivir, del barrio Belgrano de Posadas.Los inicios“En 1971 cayó en mis manos un libro de plantas medicinales argentinas que abarcaba todo el país y plantas exóticas, pero había solo unas pocas de Misiones. De ahí nació mi inquietud por investigar sobre esta temática”, señaló don Basilio. Fue así que durante su desempeño como ingeniero agrónomo en el INTA de Cerro Azul aprovechó los ratos libres para recorrer el monte y conocer por medio de la vista, el olfato, el tacto y el gusto, las distintas plantas.“Indagué sobre 75 árboles medicinales ubicados en la zona. La editorial alemana GTZ lo publicó (en 1981). Y hoy si reimprimiera el libro, incluiría al menos cinco especies más”, agregó. A diferencia de los compendios de botánica conocidos a nivel mundial, la inquietud de este investigador es combinar la descripción morfológica de la planta, detallando sus hojas, tallo, lugar en el que crece, etcétera, con el uso que se le da, la forma en que se prepara y qué propiedades curativas tiene. “Siempre recomiendo acercarse al yuyero que vende, en La Placita, en la mesitera, la feria franca, ellos te indican cómo usarlo. Con una vendedora de La Placita hice el inventario de las plantas medicinales que ellos ofrecen”, señaló.Sabores para el mate y comidas “Yo suelo buscar las plantas medicinales que puedan aliviar el estómago y lo hepático. Tengo preferencia por utilizar burrito y semilla de anís, le da sabor y es digestivo y carminativo -elimina los gases”, destacó. Además está trabajando en un catálogo de plantas condimenticias y sus propiedades. Al respecto señaló que “cada condimento que uno utiliza, tiene sus porqués”. “Por ahí se usa laurel en una salsa o guiso porque queda rico, pero pocos saben que además es digestivo”, destacó. Cada 15 días, don Basilio viaja a distintos puntos de Misiones junto a su esposa, para recorrer los montes y continuar tomando nota de las especies que encuentra. Además sigue ampliando su bibliografía con libros. Entre lo que tiene en su propiedad, destacó “Plantas medicinales para la Atención Primaria de la Salud”, que tiene base científica y fue divulgado en los 90 por el Ministerio de Salud Pública”. Libro de su autoría Su libro “Glosario español portugués sobre las utilidades de las plantas medicinales” fue publicado en 2006 y declarado de Interés Provincial en 2009. Don Basilio señaló porqué el inventario es bilingüe: “Dí mi primera charla en los años 90 en El Soberbio, que es una comunidad con mucha influencia brasilera. Yo tenía los nombres en español y en guaraní, y entonces aproveché la oportunidad para conversar con las hermanas brasileñas de la Pastoral de la Salud para que me asesoren en cuanto a los nombres en portugués de las plantas. Y encontré unas coincidencias que me asombraron. Por ejemplo, el Ka´a re, como se la denomina en guaraní, el Brasil es “Herba santamaría” o “Herba formiguera” y sirve para tratar los parásitos. En México y norte de Sudamérica se la conoce como Apazote, y así fue adoptada en España, por influencia de los Jesuitas. En Chubut se la conoce como paico, pero en mucho lugares también se la llama Té de Los Jesuitas y Té de Santa María -casi como la denominación en Brasil.





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