BUENOS AIRES (Medios digitales). Nuevos resultados de las pericias se conocieron en las últimas horas y complicaron aún más la situación del único detenido, Jorge Mangeri (45), tras encontrarse ADN del encargado del edificio de Ravignani al 2360, debajo de otras dos uñas de la adolescente asesinada, Ángeles Rawson (16), informaron fuentes de la pesquisa. Los resultados de las pruebas genéticas llegaron ayer a la tarde a manos del juez Javier Ríos y de la fiscal María Paula Asaro, por lo que ya son tres las uñas de la chica asesinada que contenían material genético del único detenido por el caso.En tanto, mientras se esperaba que a fin de esta semana estuvieran el resto de los resultados de las pericias realizadas en el auto del encargado y en el sótano del edificio de Ravignani 2360; el perito de la defensa del portero, Gabriel Boselli, indicó ayer que “el laboratorio pidió quince días más para obtener los resultados”.El primer informe sobre ADN se conoció el lunes cuando se confirmó que debajo de la uña del dedo índice derecho de Ángeles se halló el perfil genético de Mangeri, lo que se interpretó como que el encargado al menos tuvo contacto directo con la menor antes de que ella muriera. La información del hallazgo de más material genético hallado en otros dos dedos de la chica asesinada pone al portero en una situación aún mucho más comprometida, revelaron fuentes de la investigación.Declararon más vecinosDespués que 26 personas del edificio donde vivía Ángeles Rawson declararan durante nueve horas, se supo que varios de ellos contaron al juez de la causa que el día del crimen el portero les pidió que sacaran la basura a las 17, dos horas antes de lo habitual. Fuentes judiciales indicaron que algunos de los vecinos explicaron que Mangeri les tocó el portero eléctrico para hacerles ese pedido e incluso una mujer del edificio declaró que ese día se lo encontró en la terraza y lo notó muy extraño. Los vecinos fueron llevados el miércoles pasado a la noche, cerca de las 22, a los Tribunales de la calle Talcahuano para que hicieran declaraciones testimoniales en relación con el caso. Estuvieron desde las 23 hasta la 8 de ayer y entre esas declaraciones es donde surgió este dato que ahora complicaría más la situación de Mangeri. La citación a los vecinos se hizo porque el abogado Pablo Lanusse, quien representa al papá de Ángeles, aportó una información que logró en la tarde de ese mismo miércoles, según dijo el propio abogado. Aún no se sabe el móvilSi bien cada día se acumularon nuevas pruebas que avalarían el procesamiento con prisión preventiva del encargado Jorge Ernesto Mangeri como presunto autor material del homicidio de Ángeles, el móvil del asesinato todavía sigue siendo un misterio.Aunque en la autopsia se descartó que la adolescente, hubiera sido violada, los investigadores no abandonaron la presunción de que la joven hubiera sido víctima de un ataque de connotaciones sexuales y que como se resistió al abuso la mataron. Según fuentes de la investigación consultadas por el diario porteño LA NACIÓN, esta sospecha estaría avalada por la naturaleza de las heridas que el encargado de Ravignani 2360 tenía en su cuerpo y que serían compatibles con lesiones de defensa de la víctima. En ese impulso por defenderse, la joven habría rasguñado a su agresor y restos de piel quedaron debajo de las uñas de al menos tres dedos. El estudio de ADN confirmó que el perfil genético de esos restos de piel correspondían al acusado. Esto revelaría un contacto directo entre el portero y la víctima, lo que descartaría la posibilidad de que el imputado hubiera actuado como un encubridor, tal como lo sugirió el abogado Miguel Ángel Pierri, uno de los defensores del encargado del edificio. Para determinar si el móvil del homicidio pudo ser un ataque sexual frustrado, será clave el estudio psiquiátrico y psicológico al que será sometido el imputado. Hubo un detalle en la declaración del imputado que llamó la atención de los investigadores debido a que reveló cómo era su relación con Ángeles. Ante la Justicia, Mangeri recordó la escena en la que se despidió de la joven cuando salió del edificio para ir a la clase de educación física. “Cuando Ángeles salió del edificio se le cayó la cartera. Entonces, la levanté y cuando se la entregaba la volví a tironear para se cayera otra vez. En otras oportunidades hice esa broma. No específicamente con la cartera, pero sí con otras cosas”, expresó Mangeri en su declaración. También es posible que luego de revisar a Mangeri los peritos concluyan que no tiene la personalidad de un agresor sexual ni existen antecedentes. Entonces, en ese caso los investigadores apuntarían a que posiblemente el imputado tuvo un rapto de furia, cuyo detonante, si bien se desconoce, estaría en lo que ocurrió entre el momento en el que Ángeles salió del edificio y cuando regresó al inmueble. En su declaración, el imputado colocó en el edificio en varias oportunidades a Sergio Opatowski, el padrastro de la víctima, quien fue el único integrante del círculo íntimo de la adolescente que todavía no declaró como testigo.





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