OBERÁ. Hace varios años la escuela de jornada completa 633, ubicada en el límite de Oberá y Campo Ramón sufre problemas en las instalaciones eléctricas. El edificio tiene más de sesenta años ya que fue construido en el marco del Plan Quinquenal y a pesar de los inconvenientes que mantienen por tener que trabajar “a oscuras”, los ditrectivos decidieron no suspender las clases. La vicedirectora Patricia Hartel dijo que “los problemas surgieron en las salas del nivel inicial, la supervisión y la casa del portero a pesar de la línea trifásica con la que contamos. Ante los problemas priorizamos seguir dictando clases porque los alumnos deben estar en la escuela. Entonces los directivos decidimos desde el 19 de junio cortarle la luz al NENI, la supervisión y la casa del portero para que funcione la bomba de agua y los dos freezer en el que guardamos la carne para el servicio de comedor”, comentó a PRIMERA EDICIÓN.Actualmente la escuela tiene una matrícula de 350 alumnos en el nivel primario y 90 en el NENI y como es de jornada completa los alumnos reciben el desayuno y el almuerzo todos los días.Instalaciones sin mantenimiento“Este es uno de los problemas que tiene el edificio escolar que se empezaron a sentir en estos días de mucha humedad. Los problemas se originan porque la instalación de la red eléctrica es muy antigua y está sobrecargada. La escuela creció en matrícula y en necesidades. Hace varias semanas los directivos nos pusimos en campaña conseguimos donaciones para la reparación y la municipalidad de Campo Ramón nos mandó un electricista”, agregó Hartel.Los docentes y alumnos se adecúan a esta situación y siguen trabajando, a pesar de que dad la época del año, la luz natural que entra por las ventanas es más tenue que en verano. Asimismo, dado que los días son más cortos -hay menos horas diurnas- temprano en la mañana y ya desde las 16 por la tarde, las aulas quedan prácticamente a oscuras. “Hace 20 años que trabajo acá y en este tiempo no se hicieron trabajos de mantenimiento en las instalaciones y eso hoy se siente”, señaló Hartel. Arreglos encaminados“Una empresa que colabora hace años con la escuela nos donó los cables y las llaves para la reparación de todas las instalaciones y la municipalidad de Campo Ramón aportará la mano de obra. Riesgo para los niños no hay porque no hay pérdida de energía o corto circuito. No se detectaron paredes con electricidad. Están trabajando pero no sabemos cuanto tiempo pueden demorar. Hacemos de tripa corazón. Además tenemos graves problemas con los sanitarios y de cocina, en la parte cloacal y de provisión de agua, luego de muchos trámites logramos que en julio comiencen las obras de reparación”, finalizó Hartel.Historia La Escuela 633 de Frontera de Jornada Completa “Enrique Urrutia” funcionó en un primer momento como escuela 172. Inició sus actividades el 18 de septiembre de 1928 en una pieza de seis metros de lado cedida gratuitamente por su propietario Ernesto Baesch, bajo la dirección de maestro Pedro Hatahualpa Tería. En aquel entonces asistían 58 estudiantes.Funciona en el edificio actual del Paraje Kilómetro 11 desde el 9 de agosto de 1930.





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