Posadas. Antonio González (62) no puede dejar de emocionarse cuando repasa las imágenes de las familias que reciben las donaciones que llegan a la tierra colorada desde Buenos Aires, a través de la organización sin fines de lucro “Una Mano por un Hermano”, que se encuentra distribuyendo seis toneladas de prendas de vestir, calzados y útiles escolares. Por sexto año consecutivo, González se ocupó de organizar la entrega de la ayuda en localidades del interior y de Posadas, en sectores muy necesitados, donde la gente hace fila para poder encontrar algún pantalón o abrigos para pasar el invierno. Para el interior se destinaron tres toneladas y en Posadas las otras tres, detalló González, quien señaló que desde abril están recorriendo distintos lugares con ayuda de voluntarios. En el caso de la capital provincial también visitan comedores comunitarios y a través de comisiones vecinales se organiza la entrega. En Tobuna, Piñalito, Pozo Azul, Cruce Caballero fueron algunos de los lugares que visitaron, donde los vecinos se acercan y seleccionan prendas que necesitan. González reiteró que la tarea que lleva adelante es “absolutamente solidaria” y que “no cobro un solo peso”. El hombre, quien muchos años fue entrenador de fútbol infantil, señaló que la mayor satisfacción es la sonrisa, la felicidad y el agradecimiento de la gente que necesita. “Un tarefero muy agradecido contó que ahora podrá cambiarse el pantalón para salir a trabajar, ya que tenía solo uno y lavaba de noche, porque su trabajo no le permite comprar porque no gana lo suficiente”, comentó. Muchos necesitadosGonzález hace seis años recorre los barrios y el interior para direccionar la ayuda que recibe y señaló que cada vez se observan más familias necesitadas. “Hay mucha gente que no tiene nada, que felices quedan cuando reciben una ayuda, cada vez hay más gente pobre”, lamentó el hombre, quien agregó su preocupación por la presencia de “tantos chicos en la calle”. En Posadas recorrieron los barrios Mini City, Aeroclub, chacra 158, Prosol I, chacra 157, Campo Las Dolores, Evita y el comedor educativo El Fiaca, en este último la entrega se organizó en dos días debido a la cantidad de gente que se presentó. “Nosotros no hacemos política con esto”, remarcó González, quien agradeció a todos los voluntarios y a Juan Carlos Ferreira de San Pedro, que ayudaron a repartir los bultos en los distintos barrios. “Unas señoras del barrio Las Carayás también agradecieron, ellas trabajan en la chacra con carpidas, pero lo que ganan no les alcanza”, manifestó el hombre, quien señaló que lamentablemente a pesar del esfuerzo de la gente muchas veces no les sobra ni para comprar pan o un puchero para cocinar. El integrante de “Una Mano por un Hermano” lamentó la falta de apoyo para la organización de campeonatos de fútbol infantil, ya que desde principio de año, a pesar de haber recorrido numerosas oficinas y de presentar notas, no logró reunir camisetas ni pelotas para la práctica del deporte que tanto entusiasma a los chicos. De igual manera, indicó que seguirá trabajando por los necesitados que precisan de una mano.





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