APÓSTOLES. La centenaria estación ferroviaria de esta ciudad, fue testigo en la tarde del 30 de mayo de 2012, de la última partida efectuada por el ferrocarril que unía la ciudad misionera con la localidad bonaerense de Pilar, servicio que apenas duró cinco meses, y que estuvo a cargo de la empresa TBA, la misma que en febrero de ese año, había protagonizado con una de sus formaciones, la mayor tragedia de la historia ferroviaria argentina, en la estación de Once (Buenos Aires). Justamente, luego de la tragedia la empresa quedó en el ojo de la tormenta, y el servicio Misiones- Buenos Aires, quedó suspendido. De este modo, la provincia volvía a quedarse sin tren, y los anhelos de reactivación ferroviaria, se vieron nuevamente frustrados. A partir de la caída del servicio de TBA se desencadenó una serie interminable de promesas oficiales, anuncios, augurios falaces, viajes y reuniones entre el Subsecretario de Transportes de la Provincia, Hermes Almirón, y autoridades nacionales del sector, que fueron configurando un panorama que se viene repitiendo desde los últimos doce meses: ninguna promesa se cumple y los misioneros siguen sin servicio. En este contexto, fue el propio Almirón quien una y otra vez sorprendió con versiones que en principio anunciaban que se retomaría el servicio Apóstoles- Pilar, para luego anunciar un ramal entre las estaciones de Garupá y Lacroze, aunque finalmente nada se concretó y hasta el momento no existe ninguna novedad fehaciente al respecto. El panorama se completa con el creciente reclamo de distintos sectores de la ciudadanía, entre ellos usuarios y empleados (y ex) ferroviarios y organizaciones de la sociedad civil, que claman por la reactivación del servicio de ferrocarril en Misiones. Memorial de un fracasoEl 16 de diciembre de 2011 a las 19.10 una unidad ferroviaria de TBA con más de 30 años de antigüedad –pero anunciada por las autoridades como “moderna y equipada”- partió de la estación de Apóstoles (repleta de vecinos, familiares de viajantes y curiosos) rumbo a Pilar, marcando de aquel modo el regreso del servicio tras la cuestionada dada de baja del servicio que antes – durante ocho años consecutivos – brindaba El Gran Capitán (de la compañía TEA). El nuevo servicio de TBA llegó con un aumento salvaje del 54% en el costo del pasaje: de los 148 que cobraba El Gran Capitán, TBA pasó a cobrar 270. Además, las frecuencias se limitaron a una sola vez por semana, cuando anteriormente había dos partidas programadas. Aquel primer viaje tardó 25 horas en llegar a destino. Cinco meses después, el servicio fue dado de baja, como consecuencia de la tragedia de Once. “Los cinco meses que operó TBA en Misiones fueron directamente un robo para los usuarios y un terrible negocio para la empresa y ciertos funcionarios. El servicio era malísimo, casi tan malo como los últimos tiempos de El Gran Capitán, era incómodo, unidades viejas, y un costo de 270 pesos que desvirtuó totalmente el sentido popular que siempre tuvo el tren en este país. Fue una experiencia lamentable, porque además no se obligó a la concesionaria de las vías a hacer reparaciones en los tramos más complejos, no se hizo nada”, comentó a este diario el ciudadano y ex trabajador ferroviario, Valentín Pauluk (51). Por su parte, Siro Millán, quien ejerció como guarda e inspector ferroviario durante 30 años – hasta 1993 cuando el sistema ferroviario argentino entró en una crisis terminal a partir de las políticas neoliberales imperantes-, señaló que “el servicio siempre fue usado por gente pobre. Algunas familias llevaban chicos y no podían pagar el pasaje; entonces, buscando una solución, se pedía colaboración entre todo el pasaje y se hacía una colecta para que puedan llegar a destino. A mí me duele mucho que no tengamos un servicio los misioneros, que tengamos las estaciones vacías y abandonadas. Estuve 39 años arriba de los trenes y nunca imaginé que esto podría pasar de nuevo”. Ramón Escalante (66), vecino histórico de la estación de Apóstoles, recordó que “cuando volvió el tren hace un año y pico, acá la gente se ilusionó mucho, pensábamos que iban a volver esas épocas en que esto era un movimiento tremendo, había mucho trabajo, circulaba muchísima gente. Pero duró poco esa ilusión y hoy el barrio volvió a estar quieto y la estación abandonada”. Otro aspecto a tener en cuenta, fue que cuando TBA arrancó con el servicio en diciembre de 2011, el subsecretario de Transportes de la Provincia de Misiones, Hermes Almirón, declaró que “van a hacerse necesarias obras y refacciones para dotar de comodidad a los pasajeros”, sin embargo, en los cinco meses que duró el servicio, no se hizo ninguna mejora en el lugar, amén de los aportes hechos en limpieza y pintura por parte del municipio. Festival de anuncios y promesas truncasApenas unos días después del último viaje Apóstoles- Pilar de TBA, es decir en primeros días del mes de junio de 2012, Hermes Almirón se reunió en Buenos Aires con el subsecretario de Transporte Ferroviario de la Nación, Guillermo Luna, para abordar el posible restablecimiento del servicio de trenes a Misiones. Al regresar de esa reunión, el funcionario misionero declaró a la prensa que “en 15 o 20 días” se iba a conocer los tiempos y condiciones de una nueva prestación. Almirón dijo entonces que “la Nación lo hará a través de sus dos operadores ferroviarios o con una de las empresas que ya presta servicios en Buenos Aires” y trascendió que habría dos servicios por semanas, tal como se venía prestando hasta la caída de Trenes Especiales Argentinos (TEA).Además, se habló de solicitar a las autoridades de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) que ese organismo haga las refacciones de las líneas férreas en el tendido en Misiones, entre Apóstoles y Posadas, cosa que jamás sucedió. En julio, ya vencido aquel supuesto plazo estimado por Almirón para conocer novedades, el funcionario volvió a referirse públicamente al caso. Se aproximaban las vacaciones de invierno y las consultas por el regreso del servicio se multiplicaban en la población, especialmente entre los viajantes de menos recursos, ante las subas de precios de los ómnibus de larga distancia. El subsecretario de Transporte de Misiones, estimó entonces que “antes de las vacaciones de invierno” volverí
;a a funcionar el servicio ferroviario de pasajeros entre Buenos Aires y Apóstoles. “La idea es que iba a tardar entre 15 y 20 días definir cuál será la operadora. Pero estamos atados a la decisión que tome Nación sobre quienes serán los prestadores”, sostuvo entonces Almirón. Los plazos indicados por el funcionario nunca se cumplieron y las supuestas negociaciones por el servicio, y Almirón no volvió a referirse al tema hasta que en noviembre de 2012, cuando ya se cumplían 6 meses sin servicio, declaró ante un medio local: “se está haciendo lo necesario para volver a poner en marcha el tren”. En esa oportunidad, Almirón cortó el festival de anuncios y promesas truncas, y se abstuvo de dar fechas tentativas. Pasó un año Misiones sigue sin tren. “Es una vergüenza lo que le hicieron a la gente”Juan Aquino, uno de los integrantes del grupo (en representación de Vecinos Autoconvocados) por el Regreso del Tren a Misiones, indicó que “es una vergüenza lo que se le ha hecho a la gente de la Mesopotamia dejándolos sin servicios de trenes de pasajeros que este gobierno suprimió (ejemplos: El Gran Capitán y Tren de los Pueblos Libres), sin medir las consecuencias y sin importarle nada dejar desamparada a la gente de menos recursos, que era la que se movilizaba gracias al ferrocarril”.En este sentido, se está realizando una convocatoria abierta a toda la ciudadanía, para el 7 de junio a las 17.30 en la Plaza 9 de Julio de Posadas. Aquino aseguró que “ya se están entregando distintos petitorios a las autoridades provinciales manifestando la necesidad de los más humildes que actualmente no pueden viajar debido a los altos costos de los pasajes en colectivos de larga distancia. Esperamos que las autoridades nacionales y provinciales del sector, quienes deben resolver esto, no sólo se dediquen a planificar tener un ferrocarril que preste servicios en el área metropolitana de Buenos Aires, si no que también se acuerden de los habitantes del interior del país que prácticamente no pueden disfrutar del sistema de transporte ferroviario de pasajeros porque no existe. A la vez que subsidian indirectamente a la población de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires, pagando tarifas inmensamente superiores en el transporte automotor”. En tanto, el presidente de la Asociación de Ferroviarios (A.F.A.R.D.E) , Martín Rodríguez, sostuvo que “el pueblo de Apóstoles está pidiendo que regrese el tren, porque es una necesidad, sobre todo para los más humildes. Hoy vemos que gran parte de la población humilde de los pueblos, están cercenadas de la posibilidad de viajar, de visitar a sus familiares, de ir a hacerse estudios médicos, en fin, de moverse en un medio de transporte realmente popular como lo es el tren”. Sin retorno• Luego de años de estar paralizado, en el 2003 Trenes Especiales Argentino (TEA) se hizo cargo del servicio y volvió a reactivar “El Gran Capitán”. El servicio se dejó de prestar el 15 de diciembre del 2011.• Desde el 17 de diciembre del 2011 Trenes de Buenos Aires (TBA) se hizo cargo del servicio, que solamente duró cinco meses.• El 30 de mayo de 2012 se hizo pública la suspensión del contrato a TBA, por lo cual desde el 31 de mayo se dejaba de prestar el servicio de trenes a Misiones.Ello ocurría tras el accidente del ferrocarril Sarmiento que se cobró 51 víctimas en Once (Buenos Aires). Junto a “El Gran Capitán” dejaron de funcionar los trenes con destino al vecino país de Uruguay, ambos ferrocarriles controlados hasta el momento por la empresa caída en desgracia, Trenes de Buenos Aires (TBA).• El 1 de junio de 2012: el subsecretario de transporte de la provincia, Hermes Almirón anunció que “La Nación garantizó la continuidad del tren a Misiones”, tras participar en una reunión con funcionarios de la Secretaría de Transporte de la Nación, realizada en Buenos Aires.“Se está realizando un reacomodamiento de las concesiones y en la próxima semana podría haber novedades por la nueva empresa que prestará el servicio”, indicó Almirón • El 8 de junio de 2012: Hermes Almirón volvió a reunirse en Buenos Aires con el subsecretario de Transporte Ferroviario de la Nación, Guillermo Luna, quien le confirmó que “se restablecerá el servicio de trenes a Misiones dentro de 15 ó 20 días”.• El 1 de julio de 2012: Hermes Almirón, en la FM Radio República, reiteró el anuncio que “Antes de las vacaciones de julio” volvería el tren que une Apóstoles-Buenos Aires. “Estamos atados a la decisión que tome Nación sobre quienes serán los prestadores”, señaló el funcionario y agregó -en ese momento- que la Eby debe reponer unos 60 km de vías férreas dentro de la provincia y explicó que “Nación pidió extender unos 40 o 50 kilómetros más. Lo que significaría que el 100% de las vías estaría en condiciones”.• El 19 de enero de 2013, un artículo en el diario Perfil decía: “El Gobierno prepara un moderno tren que uniría Buenos Aires y Misiones”. Sería como parte de la “revolución Randazzo”.La noticia contaba que “Garupá se sorprendió con la llegada de la formación modelo en la que viajaron los potenciales inversores. Los modernos trenes cubrirían todo el trayecto hasta Buenos Aires y el intendente, Luis Ripoll, había asegurado que en las semanas siguientes llegarían vagones nuevos, también a modo de muestra”.





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