POSADAS. El primer médico mbya guaraní de Misiones cumplió ayer la última instancia evaluativa para comenzar el primer día de junio su residencia en Pediatría. Este miércoles, Martín Paredes, rindió el examen escrito junto a otros ciento veinte postulantes para cubrir cien plazas en las distintas residencias básicas y post-básicas en los hospitales escuelas de la provincia: Madariaga, Pediatría, Samic Eldorado y Samic de Oberá. Ayer, Martín pasó por la entrevista personalizada a cargo de los profesionales del hospital de Pediatría de Posadas. Es uno de los siete médicos que se postularon para las doce vacantes en la especialización en Pediatría. De los siete médicos que seguirán Pediatría, tres estudiaron en Cuba becados por ese país, entre ellos Martín Paredes quien dialogó con PRIMERA EDICIÓN. ¿Cuántos años viviste en Cuba durante tu formación como médico?Seis años y siete meses. Fue un cambio muy grande para mí, no sólo en lo profesional sino también en mi vida. Aprendí tantas cosas en Cuba… en lo personal aprendí a expresarme con mayor naturalidad ante otras personas, a hablar en público, algo que para mí era muy difícil porque sentía pánico escénico. El cambio no fue de un día para otro, de a poco me fui soltando, aunque todavía me queda algo de temor pero lo puedo controlar. En lo profesional, ir a Cuba y recibirme en Medicina fue un logro total para mí, para mi familia y mi gente quizás porque muy pocos guaraníes aspiramos a estudiar en la universidad. Ojalá cada vez sean más los jóvenes que estudien. Tu ejemplo motivará que muchos jóvenes mbya quieran seguir tus pasos. Al fin de cuentas, sos la demostración de que es posible ¿No? Ojalá así sea. Todos tenemos inteligencia, basta con proponerse y esforzarse para cumplir los objetivos a corto, mediano y largo plazo. Cuando eras estudiante, dijiste que querías ser médico para atender la salud del pueblo guaraní ¿Esa sigue siendo tu meta profesional?Absolutamente. Creo profundamente que el futuro de nuestro pueblo está en los niños, por eso tenemos que formarlos bien, cuidarlos… no hablo de cambiar la cultura pero sí incentivar al estudio, que aprendan a leer, a escribir… estimularlos a seguir adelante. No podemos quedarnos en lo que hacían nuestros abuelos el siglo pasado, que eran básicamente analfabetos. ¿Cómo ves hoy al pueblo guaraní?Veo que los jóvenes están despertándose un poco. Hoy, con mi hermano que estudia Antropología en la Facultad de Humanidades, estábamos hablando de la necesidad de hacerles ver a los profesores de la universidad el modo en que son los jóvenes guaraníes que están por ingresar a la universidad, para que puedan entenderlos un poco más y los acompañen en el camino que van a tomar. ¿En qué comunidad guaraní naciste? Nací en la aldea Perutí (El Alcázar) y mi familia se mudó a Posadas cuando yo tenía dos años. Me crié acá, la escuela primaria hice en el Instituto Stella Maris y la secundaria en la EPET 2. ¿Cuántos hermanos tenés?Somos cinco hermanos de padre y madre. Y otros tres hermanos de parte de mi mamá. En casa nos inculcaron mucho la importancia del estudio, mis cinco hermanos estudiamos, mis hermanas mayores, de 30 y 29 años terminaron la secundaria, mi hermano de 23 estudia antropología y el más chico, que tiene 20, que terminó la secundaria y ahora estamos tratando de convencerlo que siga una carrera. Mis otros tres hermanos terminaron la secundaria pero no siguieron estudiando, uno es agente sanitario. Yo elegí estudiar pensando en el futuro, en el mío, de mi familia y de mi pueblo. Sé que la única herramienta que tenemos para luchar es el conocimiento. ¿Qué hospital vas a elegir para la residencia?El Samic de Oberá. A mí nunca me gustaron las ciudades grandes, además creo que Oberá es un punto estratégico a nivel sanitario. Los guaraníes denunciaron muchas veces que son discriminados en los hospitales… Es verdad, pero también tenemos nosotros los guaraníes que hacer un cambio, profundizar el trabajo con los agentes sanitarios. Por mi parte, voy a dar lo mejor que pueda. ¿Cómo fue estudiar en Cuba? Fue una experiencia bárbara. Los dos primeros años viví en La Habana, en la Escuela Latinoamericana donde estamos todos los extranjeros. Yo compartía dormitorio (cada uno tenía seis camas cuchetas) con tres misioneros: Fernando, Ariel y Fabián… todos nos recibimos en diciembre del año pasado y volvimos a Misiones. Desde tercero a sexto año de la carrera, generalmente se organizan por delegaciones integradas por estudiantes de distintas provincias de tu país. A mí me tocó vivir en Santa Clara con jujeños, un salteño, uno de San Luis, otro de Bariloche y otro de Costa Rica. Con todos ellos aprendí muchísimo. ¿Cómo crees que te mira tu pueblo? Yo sé que algunos están muy orgullosos porque soy el hijo de Isabelino Paredes. Mi papá fue un pionero, se decidió a dejar la aldea y venir a vivir a Posadas para estudiar enfermería.





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