LA PAZ, Bolivia (AFP-NA). El intento fallido de tomar un aeropuerto y el recrudecimiento de cortes de ruta en Bolivia abortaron ayer una reunión entre el Gobierno y la Central Obrera (COB) que buscaba apaciguar el país, que desde hace ocho días sufre una huelga general.La intensificación del conflicto por parte de sectores radicales contravino un pacto de la COB con el Gobierno de cesar los bloqueos de carreteras y cualquier tipo de protesta mientras dure la negociación, dijo el ministro de Economía, Luis Arce, que negociaba el pedido de una mejora en las rentas de jubilación, motivo de la huelga.Cientos de mineros se manifestaron desde El Alto hasta La Paz, un recorrido de doce kilómetros, en el que detonaron ensordecedores fulminantes de dinamita y colapsaron el tráfico, pero no provocaron mayores disturbios ni choques con la Policía. Otros cientos de maestros estatales asediaron también sin mayores resultados la Plaza de Armas, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo, que amaneció con un fuerte resguardo policial.El diálogo había sido pactado a pesar de que el presidente Evo Morales afirmó que “no hay margen de negociación” en un tema que, según manifestó, haría colapsar el sistema de pensiones a largo plazo.La COB pide una jubilación equivalente al 100% del salario para los mineros y porcentajes menores para otros sectores laborales.




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