OBERÁ. Una denuncia por el robo de una motocicleta alojada en el depósito de vehículos secuestrados de la Capital del Monte derivó en un procedimiento policial, que determinó que habían sido dos las máquinas sustraídas. El director de Inspección General, Carlos Gross, admitió que “le día 7 de mayo, a las 3.20, de acuerdo al registro de la cámara de seguridad, se produce el robo de una moto y un rato más tarde, a las 5, la sustracción de la otra. Aparentemente, de acuerdo a las imágenes, fue la misma persona, tenemos un sereno todas las noches, todos los días de la semana y cuatro cámaras de seguridad que registran todo lo que ocurre en el predio”, dijo.Desde el área municipal se radicó una denuncia policial y es materia de investigación; en tanto que el material de las cámaras fue entregado a la Policía para los peritajes correspondientes. “En las filmaciones se pueden observar detalles que a priori podrían indicar que fue la misma persona la que sustrajo las dos motocicletas en un lapso de dos horas”, comentó Gross.En la actualidad hay más de 150 biciclos en el predio del corralón, además de algunos autos y camiones secuestrados. “Para tener una idea, una moto que permanece un año retenida debe pagar más de 7 mil pesos en concepto de estadía, en el caso de los autos, cerca de 10 mil; hay motos que están hace dos o más años, que en la mayoría de los casos no serían retiradas, pues deben pagar la estadía y la multa, lo que se transforma en un problema”, explicó el funcionario. En abril de 2012, el Ejecutivo municipal decidió autorizar la instalación cámaras de seguridad en el corralón, con el objetivo de optimizar el control del predio ante el reiterado robo de motocicletas que se viene denunciando.“La idea en un principio era subastar todas las unidades depositadas, el proyecto lo está estudiando el Concejo Deliberante, que va a resolver desde qué fecha para atrás, se calcula de seis meses a un año, se pueden destinar al remate.Esto haría disminuir el número de autos y motos en el corralón porque desde el momento que ingresan la Municipalidad tiene la responsabilidad de velar por la conservación, el estado y permanencia y si roban una moto la Comuna tiene que hacerse cargo. Sabemos que hay algunas trabas legales para que se defina, esperemos que podamos sacarnos de encima subastando. Un paso posterior es tener un lugar cerrado con mampostería, porque el tejido de alambre es fácil de romper, por lo que la seguridad se complica. Deberíamos prever que hacer para no encontrarnos con que se roban parte de los autos o motos y en muchos casos la unidad completa”, remató Gross.




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