ELDORADO. Cuando un episodio de corrupción salpica a personal de algún organismo de seguridad del Estado, las sospechas e investigación recaen en un sector y no sobre el conjunto de la institución. Sencillamente porque no todos son corruptos o atravesaron la delgada línea entre lo legal y lo ilegal, por lo que caer en generalidades sería un error. La investigación por corrupción en la prisión de Eldorado es un ejemplo de ello. El personal al que sí importa y preocupa la imagen del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) manifestó su malestar porque la cúpula descabezada de la UP III fue trasladada al Infocap, una medida a la que consideraron más cercana a un premio que a un castigo.Infocap es la sigla que corresponde al Instituto de Formación y Capacitación Penitenciaria. Vaya contrariedad, tres hombres investigados por supuesta corrupción fueron trasladados a una institución que se encarga de la formación ética-profesional de los futuros suboficiales.Pero no todo termina allí. Fuentes del mismo SPP aseguraron a PRIMERA EDICIÓN que al menos uno de los involucrados habría estado envuelto en una investigación similar cuando estaba al frente de la Unidad Penal de Loreto, aunque en esa ocasión habría “zafado” porque un oficial se declaró responsable, en extrañas circunstancias.Esa causa se abrió en febrero pasado. Un mes después, el alto mando penitenciario -hoy en el centro de las sospechas por su conducta en la UP III- era premiado con un ascenso.Las horas pasan y se conocen más detalles de la investigación que lleva adelante el Juzgado de Instrucción 2 de Eldorado, a cargo por subrogación legal del juez penal de Puerto Iguazú, Juan Pablo Fernández Rissi.Ahora se supo, por ejemplo, que el caso trascendió merced a un oficial penitenciario de Eldorado, quien harto de tantas irregularidades se ocupó, poniendo en riesgo su carrera, de recolectar pruebas y acercárselas al mismísimo subsecretario de Seguridad y Justicia de la provincia, Julio Lenzken.El funcionario habría sido quien se contactó con el director del SPP, alcaide general Miguel Angel Maidana, para que iniciara una profunda investigación.Lamentablemente, no se dio intervención a la Justicia ordinaria en ese preciso momento, sino quizás los resultados hubieran sido otros.Casi dos semanas después las autoridades judiciales allanaron la prisión de Eldorado. Tenían el dato de que en el lugar aún estaban montadas las “carpas vip” donde, supuestamente, internos privilegiados eran autorizados a mantener encuentros íntimos.La Justicia supone e intenta determinar si una parte de los penitenciarios recibía sobornos por tales servicios.Desde el SPP, incluso, se informó que durante una requisa en la UP III se encontraron 200 gramos de marihuana, teléfonos celulares y una cantidad no precisada de facas y armas blancas.





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