POSADAS. La ilusión de Tokio era grande, tanto como la decepción de la derrota sufrida el viernes por la noche ante Unión de Santa Fe. El equipo oriental había perdido por un resultado abultado en el primer juego disputado en cancha del Tatengue y se aferraba a su localía para intentar revertir la historia. Sin embargo, los santafesinos sacaro a escena su mejor juego para superar otra vez ampliamente al equipo de Bidarra y eliminarlo del Torneo Federal de Básquetbol en esta instancia de cuartos de final. Fue 103 a 69, un resultado que dejó en claro las diferencias entre uno y otro equipo.Tokio sólamente se sintió con chances minutos antes de iniciarce el encuentro. Después, Unión fue demoledor y manejó el juego en todo momento, tanto defensivamente como en ataque. En el primer cuarto Maximiliano Acosta fue el único que encontró vías de gol para mantener cerca a los orientales, pero enfrente Román Rodríguez se hacía una fiesta desde el perímetro y comenzaba una noche que terminaría con 27 puntos.Garrone fue otro que tuvo apariciones fugaces, pero no significó una complicación seria para el rival. Porque la diferencia física se hizo sentir y los santafesinos castigaron duro en la zona pintada y desde el perímetro. Matías Godoy (13), el “gigante” Tettamanti (12) y sobre el final Matías Cabré (17) fueron variantes certeras que impidieron cualquier reacción de Tokio.El primer tiempo terminó 52 a 39 en favor de la visita y el estadio en silencio, como sorprendido.En el regreso se esperaba que el equipo despierte, pero Tokio no estaba dormido, simplemente tenía enfrente un rival muy superior que volvió más concentrado que antes y siguió estirando la ventaja.Nicolás Fulquet terminó con 15 puntos, pero sus anotaciones fueron ya con el partido definido.Luciano Pozzer jugó algunos minutos, pero evidentemente no estaba recuperado de su lesión y volvió al banco. Nicolás Martínez, Enzo Stietz, Aldo González y Lusi Ayala rotaron constantemente, pero nunca lograron encaminar a un equipo que siempre chocó de frente, sin claridad ni efectividad.Sobre el final, con la eliminación consumada, Fulquet se paró a un costado y pidió el aplauso de la tribuna, un gesto que inmediatamente encontró respuestas y se transformó en un merecido aliento de agradecimiento a un equipo que dejó todo y fue protagonista, pero que “encontró su techo” en el torneo.




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