PUERTO IGUAZÚ. Efectivos policiales detuvieron a un jubilado de 72 años bajo firmes sospechas de haber violado a una de sus nietitas, de doce años, y manoseado a la otra de nueve, quien descubrió la tortuosa serie de abusos a la que su hermanita era sometida, al parecer, desde hace no menos de cuatro años.El caso fue denunciado por la madre de las pequeñas el domingo por la tarde. Desde ese momento, un nutrido grupo de uniformados montó un extenso operativo para dar con el depravado, quien finalmente fue detenido minutos después del mediodía del último lunes, creen que cuando intentaba escapar del país.La causa quedó en manos del magistrado Juan Pablo Fernández Rissi, a cargo del Juzgado de Instrucción 3 de la Tercera Circunscripción Judicial, con asiento en Puerto Iguazú, quien ordenó que las dos pequeñas sean sometidas a Cámara Gesell.Inocencia robadaFuentes del caso le contaron a PRIMERA EDICIÓN que todo se conoció en la tarde del último domingo, alrededor de las 19, cuando la madre de las pequeñas irrumpió en la guardia de la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional V.Claramente conmovida la denunciante comenzó entonces a contar la dramática experiencia que había vivido una de sus hijas en manos de su propio abuelo.Según relató la mujer, ese día había dejado a las dos pequeñas, de nueve y doce años, bajo los cuidados del hombre, un jubilado de 72 años que también se dedica a la albañilería, de nacionalidad paraguaya.En la familia nadie había imaginado jamás de lo que era capaz el abuelo de las menores, quien a simple vista parecía solamente un hombre entrado en años. Sin embargo, debajo de esa “piel de cordero” se encontraba un verdadero degenerado.Al parecer, según el relato de las niñas, en horas de la siesta dominical el anciano mandó a su nietita de nueve años a comprar helado a un comercio cercano a su domicilio, en el barrio Villa Florida de Puerto Iguazú.Con la inocencia propia de su corta edad, la menor caminó varias cuadras y en pocos minutos regresó a la casa con las cremas heladas. Esta vez, no hizo tanto ruido como en otras oportunidades. Lo que vio, de seguro y lamentablemente, seguramente le dejará secuelas de por vida.Al ingresar a la vivienda escuchó que su hermanita mayor gritaba. Fue lentamente, asustada, y por una ventana descubrió lo peor: estaba siendo sometida por el abuelo.La nena salió shockeada, se puso a llorar y caminó una distancia corta hasta la casa de un tío, a quien le contó lo que sucedía. Entonces, el hombre llamó a la madre de las pequeñas y le relató la historia.Enseguida, el grueso de la familia fue hasta la casa del degenerado y rescató a la pequeña. La madre radicó la denuncia y las uniformadas de la Comisaría de la Mujer fueron rápidamente hasta la escena, pero cuando llegaron el jubilado ya había escapado.Así las cosas, efectivos de esa dependencia, de las comisarías jurisdiccionales y de Investigaciones de la UR-V montaron un extenso operativo que arrojó resultados positivos en el mediodía del último lunes, cuando finalmente detuvieron al prófugo, quien aparentemente intentaba abandonar la provincia por la Triple Frontera, con destino a su país de origen.El degenerado quedó a disposición del juez Fernández Rissi, que ya ordenó que las menores sean sometidas a Cámara Gesell. En ese procedimiento seguramente surgirá el escalofriante dato que ya habría aportado la mayor de las niñas: que era sometida desde al menos cuatro años y que su abuelo la amenazaba para que no contara nada.Al respecto, una fuente reveló que al hombre también se lo investiga por abusar sexualmente de la otra pequeña, la de nueve años. En ese caso, los investigadores creen que la habría manoseado en más de una oportunidad.De una u otra manera, las pericias médicas habrían confirmado que la niña de doce fue violada por el depravado.





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