EL CAIRO, Egipto (Medios Digitales). El funeral de los cuatro cristianos coptos muertos el pasado sábado en los choques con musulmanes al norte de El Cairo ha degenerado ayer en una nueva riña. Al término del sepelio, celebrado en la catedral de la capital egipcia, los fieles que lanzaban consignas contra el Gobierno han sido atacados con piedras y se han enzarzado en una reyerta en la que se han escuchado disparos, según el diario estatal “Al Ahram”. La Policía ha arrojado gases lacrimógenos para detener la violencia.En un escueto comunicado, el Ministerio del Interior ha asegurado que a la salida los asistentes al funeral han destrozado algunos vehículos estacionados en el barrio de Abbasiya, donde se ubica la catedral de San Marcos, lo que ha originado enfrentamientos con los vecinos de la zona y ha obligado a la Policía a intervenir para sofocar los enfrentamientos. Según Al Ahram, la multitud que salía del templo se ha dirigido hacia el edificio del que procedían los disparos.El presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, ha condenado la violencia contra los coptos y ha ordenado una investigación inmediata. “Considero que cualquier ataque contra la catedral es un ataque contra mi persona”, ha puntualizado en un comunicado publicado por la presidencia.En los disturbios hay un muerto y al menos 66 personas han resultado heridas. En su mayoría por la asfixia causada por los gases. Miles de personas han acompañado ayer a los féretros de las cuatro víctimas de los choques registrados ayer en el pueblo de Al Huzuz, en la provincia norteña de Al Qaliubiya. El origen del mortal enfrentamiento, que segó también la vida de un musulmán y tuvo lugar en las inmediaciones de la iglesia local de Mar Girgis (San Jorge), es aún confuso.





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