OBERÁ. Sorpresa e indignación causó en muchos socios de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (CELO) la recepción de las boletas de agua potable con evidente “sobrefacturación”, según denunciaron ya que los cortes en el servicio fueron permanentes en los meses de verano.Algunos vecinos pagaban entre 80 y 90 pesos por mes, sin embargo ahora recibieron montos de 500, aunque para otros el exceso fue mayor, según las quejas que se escucharon en los últimos días.Guillermo Monge, síndico de la entidad prestataria de servicios, reconoció ayer que “es un reclamo frecuente y en este tiempo se incrementó el número de socios que vino a reclamar por el valor abultado de la factura de agua. Este tema generalmente lo tratamos de resolver con el presidente, porque él toma la decisión”, dijo.Monge indicó que “primero se hace el control para ver si no hay pérdida y después se trata de llevarlo a los valores históricos, en algunos casos se logra, en otros se detectan algunas pérdidas y el socio debe abonar lo facturado. En general lo que ocurre es que a veces se toma mal el estado o hay otros errores de lectura que hacen que las boletas sufran incrementos muy importantes, hay caso en los que se pasa de 100 pesos a 1.500 y son diferencias muy importantes como para creer que se trata del consumo normal de una familia”.Sospechas e indignación Este hecho no es nuevo y ya se registraron casos en años anteriores. “Un socio me hizo ver que en general a él le ocurre esto en esta época del año, justo cuando la CELO paga la Bonificación por EEficiencia (BAE), aguinaldo y sueldos de fin de año, etc. Yo no coincido con eso porque estaríamos hablando de un fraude porque la facturación tiene que ser de acuerdo a la lectura de un medidor y no por los compromisos que tenga que afrontar la cooperativa”, descartó el síndico.De todas maneras Monge atribuyó el tema a una cuestión informática: “Creo que este inconveniente no se puede corregir definitivamente porque el principal inconveniente de la cooperativa sigue siendo el sistema de facturación, que aún no se pone a punto y funciona con algunas fallas, entonces puede que esto siga ocurriendo”, afirmó.“En general esos reclamos los derivo directamente a Presidencia y ellos se encargan de tomar cartas en el asunto y corregir los errores. Mi función como síndico está siendo acotada al tener que pedir autorización al Consejo de Administración para realizar la función que me corresponde porque en su momento, cuando una socia me pidió un informe sobre el destino de unos fondos, los solicité y el Consejo me prohibió que tome esos datos, tuve que hacer una nota solicitando esa información.La nota fue respondida diciendo que a la socia ya se le había dado la información, pero nunca me dieron los papeles o los comprobantes que acrediten lo que ellos dicen, ese reclamo lo hice a la Dirección de Cooperativas, porque eso está fuera del estatuto”, criticó Monge.





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