LA PAZ, Bolivia (AFP-NA-Medios Digitales). El Gobierno de Bolivia anunció ayer la nacionalización de la empresa aeroportuaria Sabsa, filial de las españolas Abertis y Aena, que controla las tres terminales internacionales del país, en la tercera expropiación que afecta a capitales de esa nacionalidad en menos de un año.El presidente Evo Morales, que anunció la medida en Cochabamba, 400 kilómetros al sudeste de La Paz, donde la empresa tiene sus oficinas centrales, dijo que la decisión obedece a que “Sabsa no realiza inversiones de importancia en aeropuertos, maximizando sus utilidades y ganancias”.Debo “informar, comunicar al pueblo boliviano la nacionalización del paquete accionario de Sabsa”, indicó Morales que además ordenó “el control militar de los aeropuertos en resguardo del interés público” y advirtió que quienes impidan la medida de nacionalización serán “procesados de conformidad con el código penal”.Periodistas de la AFP constataron que en los tres aeropuertos, donde se reforzó la presencia militar, las operaciones se realizaban ayer con normalidad.Sabsa, cuyo contrato de servicios vencía en 2022, se convirtió de esta manera en la tercera nacionalización que afecta a capitales españoles en menos de un año.Expropiaciones anterioresEn mayo de 2012, Bolivia expropió la Transportadora de Electricidad (TDE), empresa en la que Red Eléctrica de España (REE) tenía casi el 100% de las acciones, y en diciembre pasado nacionalizó cuatro empresas vinculadas al sector de la electricidad gestionadas por la firma privada española Iberdrola.Previamente, en 2006 el Gobierno boliviano había afectado las inversiones de la gigantesca petrolera española Repsol, en el marco de una masiva nacionalización de sus hidrocarburos.Desde Madrid, el Ejecutivo español calificó como un “acto inamistoso” la decisión de Bolivia y advirtió que se va a “replantear el conjunto de las relaciones bilaterales” con La Paz.En tanto, Abertis negó en un comunicado las acusaciones de falta de inversión y afirmó que espera una “compensación adecuada”.Por su lado, el delegado en La Paz de la Unión Europea, Timothy Torlot, declaró que “la comunidad internacional quiere transparencia, y una compensación justa para las empresas involucradas”.El Gobierno boliviano había pedido a Sabsa desde el año pasado “más inversiones”, porque las que planteaban eran demasiado bajas, según el ministro de Obras Públicas y Transporte, Vladimir Sánchez. “No podíamos permitir el deterioro de nuestros aeropuertos, el mal servicio que estaban cumpliendo”.





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